Las niñas de 7 y 3 años se animaron a contar a su abuela el maltrato y abuso que padecen, durante una visita a su padre.
En el mes de febrero pasado, las dos niñas viajaron a Buenos Aires a y su padre, quien está separado de la madre. En esa visita, las menores se animaron a contar a su abuela paterna los maltratos y abusos que sufrieron por parte de su madre y el padrastro en una vivienda ubicada en el barrio Itaembé Miní de Posadas.
Fue la abuela de 63 años, enfermera y técnica en higiene y seguridad laboral quien radicó la denuncia el pasado 28 de febrero.
Según relata en la denuncia, una de las nenas tenía el cuero cabelludo y parte del rostro quemado, supuestamente eran secuelas de un insecticida que les aplicaban la madre y su pareja por los piojos. Aun así, las nenas tenían muchos liendres, tenían dolores en el cuerpo y mucho miedo cuando las revisaban.
Ya en la casa del padre, la nena de 7 años entró en crisis de llanto y le suplicaba que no querían volver a la casa de la madre, una ex penitenciaria de 34 años, donde eran sometidas a distintos tipos de abusos sexuales con el consentimiento de la madre.
Al retornar a Posadas, la abuela radicó la denuncia ante el Juzgado 3 de la Primera Circunscripción Judicial, y además solicitó una medida de protección integral para las dos nenas.
La jueza de familia 1, Lidia Graciela Mana, ordenó que las nenas permanezcan bajo el cuidado y protección de la abuela paterna.
Un estudio preliminar realizado por la Comisaría de la Mujer de Itaembé Miní, confirmaron que las menores tenían rastros de abusos. Mientras tanto la causa pasaría al Juez Fernando Verón, magistrado al que fue presentado todo el sumario de actuaciones.
La madre y el padrastro aún continúan en libertad y podrían ser detenidos en las próximas horas.