La Policía de Misiones cierra un 2025 marcado por el diálogo comunitario. Con más de 1.000 reuniones barriales, se logró expandir la videovigilancia, reforzar patrullajes motorizados y consolidar los nodos de seguridad en toda la provincia.

 

 

Posadas. El cierre del año 2025 marca un hito en la gestión de seguridad de la provincia de Misiones. Bajo un modelo que prioriza el contacto directo y la respuesta inmediata, la Dirección de Policía Comunitaria consolidó un esquema de trabajo donde el vecino es el protagonista en la identificación de los problemas de su barrio.

A través de una política impulsada por el Ministerio de Gobierno y la Jefatura de Policía, durante los últimos doce meses se llevaron a cabo más de mil encuentros comunitarios. Escuelas, iglesias y salones barriales de los 78 municipios fueron el escenario de un diálogo fluido que permitió transformar preocupaciones vecinales en soluciones operativas.

Los 3 pilares de la gestión 2025

El trabajo territorial se tradujo en tres ejes de acción concretos que cambiaron la fisonomía de la seguridad en los barrios:

  1. Expansión de Videovigilancia: Se instalaron nuevas cámaras de seguridad en puntos estratégicos solicitados por los vecinos, conectadas directamente al Sistema Integrado 911.

  2. Patrullajes de Cercanía: Se incrementó la presencia policial mediante recorridas preventivas, con un fuerte refuerzo de unidades motorizadas, lo que permite una mayor agilidad en zonas de difícil acceso o alta afluencia comercial.

  3. Nodos de Seguridad: Se consolidaron estos puntos de referencia territorial que actúan como nexo entre el vecino y las áreas operativas de la fuerza, garantizando respuestas más rápidas y coordinadas.

Un abordaje integral

Un aspecto distintivo de este año fue la articulación de la Policía con otros organismos del Estado. Muchas de las demandas vecinales (iluminación, desmalezamiento, asistencia social) fueron canalizadas a través de la fuerza para brindar una respuesta estatal integral, entendiendo que la seguridad no depende únicamente de la presencia de uniformados, sino de la mejora del entorno urbano.

Este modelo de gestión que escucha, planifica y actúa, busca fortalecer no solo la prevención del delito, sino fundamentalmente la confianza institucional y la convivencia ciudadana.