liberaron agustina diaz

 

Agustina Díaz pasó un mes y medio presa, sospechada de ser cómplice de Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel en el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner. La Cámara Federal le concedió la excarcelación.

Se la señaló como integrante de “la banda de los copitos”, nombre con el que se bautizó a la organización que planificó y ejecutó el ataque del jueves primero de septiembre en el barrio porteño de Recoleta. Ella desmiente con insistencia haber tenido algún tipo de participación.

 

 

 

 

Es la primera vez que se escucha su voz en los medios. Habla con timidez y, de a ratos, tiembla, como quien está a punto de quebrarse. La acompañaron sus abogados, Marcelo Herrera y Pablo Molina, y sus padres. Por momentos, repasa su testimonio como si fuera una lección estudiada. O una declaración indagatoria.

 

 

 

 

Agustina estuvo detenida en Ezeiza.
Agustina estuvo detenida en Ezeiza.

Díaz tiene 21 años y estuvo detenida en la Unidad 31 de mujeres de la cárcel de Ezeiza. Recuerda esos días con dolor. “Fui separada de mi familia, fue muy difícil. Lo más complicado fue estar ahí sola”, asegura. Pide destacar en la entrevista que recibió muchos cuidados mientras estuvo en prisión. Agradece “a los efectivos del Servicio Penitenciario Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria”.

 

 

 

 

Prefiere no mostrar la cara: “Quiero mantener mi privacidad. No quiero tener más exposición de la que ya tuve. No me gusta. Tengo un miedo constante de que me pueda llegar a pasar algo. Uno nunca conoce los límites de las personas”, se justifica. No quiere hablar de su vida privada.

 

 

 

 

 

En el teléfono de Brenda Uliarte se encontraron conversaciones comprometedoras con Agustina, tanto previas como posteriores a aquella imagen del arma en la cabeza de la Vicepresidenta. De esos chats se infiere que ella estaba al tanto del plan. “Nunca le creí lo que me decía, eran delirios”, repite hoy.

 

 

 

 

Desde un aviso simple y directo como “voy a mandar a matar a Cristina” a una recomendación del 2 de “deshacerse del celular” del día después, pasando por el intento trunco del sábado 27 de agosto, el día de las vallas y los incidentes. Todo quedó registrado en la charla de WhatsApp entre Uliarte y Díaz.

 

 

 

 

 

Brenda Uliarte y Sabag Montiel, con el arma involucrada en el atentado a Cristina Kirchner. (Foto: TN // Facebook)
Brenda Uliarte y Sabag Montiel, con el arma involucrada en el atentado a Cristina Kirchner. (Foto: TN // Facebook)

 

¿Cómo conociste a Brenda Uliarte?

 

 

 

Fuimos juntas al colegio, nos conocimos ahí. Éramos amigas, ella formó parte de mi vida durante varios años. Nos seguíamos hablando a pesar de no ir más al mismo colegio. Y cada tanto nos veíamos.

 

 

 

¿Cómo es ella? ¿Cómo la describirías?

 

 

 

 

Durante los primeros años ella era bastante posesiva conmigo. Le molestaba el hecho de que yo tuviera otras amistades. Me celaba. Con el tiempo, por suerte, eso fue cambiando. Pero quedaba algo de eso. En el último tiempo ella empezó a ir a marchas, a publicar cosas criticando al Gobierno. Eso fue un poco raro. Cuando se trataba de política ella nunca hablaba mucho. Detestaba al peronismo y nada más.

 

 

 

 

¿Y vos tenés un pensamiento parecido al de ella?

 

 

 

 

No, no. A mi la política no me interesa.

 

 

 

 

¿Qué fue lo que cambió en Brenda que de repente empezó a ir a marchas? ¿Te invitaba a acompañarla?

 

 

 

 

No, nunca me invitó. Yo creo que lo principal que cambió en su vida fue la muerte de su hijo. Sobre sus otras amistades o sobre con quién se estaba juntando yo no se nada. Ella era muy reservada con ese tema. No sé qué amistades frecuentaba.

 

 

 

 

¿A Fernando Sabag Montiel lo conociste?

 

 

 

 

No, nunca lo vi. Una sola vez hablé por mensajes de instagram. Me preguntó si sabía donde estaba Brenda. Eso fue todo. Tampoco conocía al resto de los que trabajaban con ellos vendiendo algodones de azúcar. Sabía que Brenda se estaba dedicando a eso. Me había contado que estaba con eso y vendiendo cubanitos en las plazas y que eso les dejaba buenas ganancias, sobre todo los fines de semana.

 

 

 

 

Brenda te anticipó su plan de matar a Cristina en los mensajes. ¿Cómo fue eso?

 

 

 

 

Me envío unos mensajes, sí. Pero yo sabía que Brenda era una persona bastante fantasiosa, muy delirante. Yo no le prestaba atención. Nunca creí que esas cosas que decía podían llegar a ser reales. Eran delirios de ella y yo le seguía el juego. Pero nunca le creí. Nunca.

 

 

 

 

Delirios no fueron porque es algo que terminó intentando hacer. Y vos le contestabas cosas.

 

 

 

 

 

Yo no le creía, nunca le creí que lo que me decía fuera a ser verdad después. A veces intentaba como que bajara los humos de esa fantasía que me estaba contando, quería traerla un poco a la navidad, que entienda la realidad de las cosas que estaba comentando.

 

 

 

 

 

Cristina Kirchner saluda mientras Fernando Sabag Montiel aguarda el momento del ataque. (Foto: Captura de video).
Cristina Kirchner saluda mientras Fernando Sabag Montiel aguarda el momento del ataque. (Foto: Captura de video).

¿Con qué otras cosas notabas que Brenda era fantasiosa y delirante”

 

 

 

 

 

Con muchas cosas que ella me comentaba. Por ejemplo, siempre que terminaba con una relación con un ex mentía sobre que a ella la golpeaban. Salía a escracharlos por todas las redes y después resultaba que no era así, que era otra cosa. Yo me enteraba después que era todo inventado.

 

 

 

 

En un mensaje vos le decís: “quien no va a querer meterle un tiro a esa vieja chorra” ¿Es algo que pensás o pensabas en ese momento?

 

 

 

 

Era una charla amistosa, una conversación entre dos amigas, nada más.

 

 

 

 

 

¿Con todas tus amigas tenés charlas sobre matar a la vicepresidenta o a cualquier político?

 

 

 

No.

 

 

 

 

Y ella en un momento te dice que tiene conocidos y plata para poder escaparse, eventualmente ¿Sabés a qué se refería?

 

 

 

 

No, siempre pensé que eran fantasías de ella, que no era verdad nada de lo que me decía.

 

 

 

 

¿Cómo te enteraste del atentado?

 

 

 

 

Me enteré un rato después, lo vi por la tele. En el momento no pensé en Brenda ni nada de eso, no lo asocié con ella. Para nada. Recién a la mañana siguiente vi las fotos del hombre que había atentado contra Cristina, Sabag Montiel, y me di cuenta de que era él, lo reconocí.

 

 

 

 

Y después del atentado vos le dijiste que borre todo, que tenías miedo de que le permiten el celular.

 

 

 

 

Si, porque ella era mi amiga. Y a mí me preocupaba mi amiga. Fueron días de mucha paranoia. Yo estaba completamente asustada.

 

 

 

¿Empezaste a darte cuenta de que la investigación podía llegar a vos?

 

 

 

 

Si, era solo por los mensajes. Estaba tranquila porque yo siempre supe que no había hecho nada. Nunca creí que llegaría el punto en el que me arrestarían y me encerrarían por casi dos meses.

 

 

 

 

¿Qué sentimiento tenés por Brenda hoy?

 

 

 

 

Mucho pero mucho enojo. No quiero saber más nada con ella. No voy a perdonarla ni a hablar con ella de nuevo. No podría hacerlo. Mi vida cambió completamente. De un día para otro mi vida estuvo expuesta para todo el mundo. Yo lo único que hacía era estudiar, ir al gimnasio, ir a comer asado con mis papás y mis abuelos, estar con mi mamá, cuidar de mis ocho gatos. Esa era toda mi vida y de un día para el otro todo cambió. Se me venía todo encima y no lo podía manejar, por momentos. No puedo estar pagando por acciones ajenas. Yo estuve pagando por algo que yo nunca cometí, que yo nunca hice.

 

 

 

¿Qué opinas vos de lo que pasó con Cristina? ¿Que la hayan querido matar?

 

 

 

 

Es algo triste. Es muy triste todo lo que pasó.

 

 

 

 

¿Cómo crees que va a seguir tu situación en la Justicia? ¿Qué esperás?

 

 

 

 

La verdad que no lo sé. Yo solo espero que se haga justicia, nada más. Justicia y verdad es lo único que pido.

 

 

 

¿Justicia también con Brenda, con tu amiga?

 

 

 

Y sí. Cada uno tiene que pagar por sus acciones. Brenda ya es grande, no es una nena. Sabe las cosas que son malas. Y si aun así va y las hace, que se aguante las consecuencias.

 

 

 

 

¿Y cómo vas a seguir vos?

 

 

 

 

Tratando de recuperar mi vida, de a poco. Sé que es complicado, pero con mucho esfuerzo creo que voy a poder. Me va a costar. Yo quiero dar esta nota y nada más. No me gusta recibir atención, no me gusta sentirme expuesta. Quiero intentar mantenerme alejada de todo esto. Tan alejada como se pueda. No quiero más problemas. En la vida le traje un mínimo problema a mis papás y ahora de repente me pasó esto. Solo quiero estar tranquila, no quiero más exposición.

 

 

 

(Fuente: TodoNoticias)

 

 

 

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