Se conocieron los audios de Jordan Ortiz, el conductor que chocó contra un colectivo en Campo Viera con 3,6 de alcohol en sangre. Murieron varios pasajeros.
“Estoy yendo a 180, 190… me quiero pegar un palo”, decía con tono irónico Jordan Rafael Gonzalo Ortiz, de 34 años, minutos antes de provocar la tragedia sobre la Ruta Nacional 14, a la altura del arroyo Yazá, el domingo 26 de octubre.
Las pericias confirmaron que el conductor del Ford Focus que impactó contra un colectivo interurbano tenía 3,6 gramos de alcohol en sangre, un nivel que indica intoxicación alcohólica aguda.
Los audios que Ortiz envió a un amigo en los minutos previos al siniestro revelan su estado emocional y físico, y la imprudencia con la que conducía.
En las grabaciones, el joven dice:
“Haceme el aguante, Félix. Me acabo de separar. Le mandé a la mierda a mi mujer, peleé con toda la familia. Estoy yendo a Oberá, no sé ni dónde estoy. Voy a 180. Casi me pego un palo… Me quiero pegar un palo más o menos. Se va todo a la mierda.”

En otro mensaje, Ortiz agrega entre sollozos:
“Te juro que tengo ganas de morirme, boludo. Sos mi único amigo… estoy pasando para el culo.”
Los audios que le envió a su amigo antes de la tragedia
Minutos después de esos mensajes, su auto se cruzó de carril en medio de la niebla y chocó de frente contra un colectivo que se dirigía en sentido contrario.
Según el testimonio del chofer del micro, Nicolás Tarnowski, el Focus “venía muy fuerte y desviándose del carril”.
Intentó maniobrar para evitar el impacto, pero el golpe fue inevitable y se produjo sobre el puente del arroyo Yazá.

El colectivo rompió el guardarraíl, perdió el control y cayó desde el puente, generando una escena de horror en plena madrugada.
Tarnowski fue el primero en salir del vehículo siniestrado. En la oscuridad y con el micro parcialmente sumergido, escaló las barrancas, encontró un teléfono encendido sobre la ruta y llamó a su padre para pedir ayuda.

Los equipos de emergencia y bomberos trabajaron durante horas para rescatar a las víctimas y asistir a los heridos.
El siniestro, que ya es investigado por el Juzgado de Instrucción N.º 2 de Oberá, dejó múltiples fallecidos y heridos graves, y volvió a exponer el letal vínculo entre el alcohol y la conducción imprudente.
La tragedia de Campo Viera estremeció a toda la provincia y dejó una dolorosa evidencia en los audios que el propio responsable grabó antes de perder el control: el último testimonio de un conductor ebrio que anunció su final y arrastró consigo a otros inocentes.
En apenas 4 días, son al menos 4 incidentes viales provocados por borrachos al volante en las rutas misioneras.





