Luis Caputo el Ministro de Economía, explicó las nuevas medidas diciendo que el dólar a 1.500 «no le quita el sueño» y que el FMI nunca ha pedido una devaluación pero podría proporcionar fondos en acuerdos futuros.
En una entrevista radial, Caputo se refirió a las declaraciones del presidente Milei, red social X, sobre la nueva fase del programa económico, en la que el gobierno apuntará a la » emisión cero» y el congelamiento de la base monetaria. Desde el gobierno plantean que el peso sea “recontra-escaso» (Milei dixit), para que se aceleres el proceso de “desinflación” y la economía pueda levantar definitivamente el cepo. “A partir del lunes no se van a imprimir más pesos en Argentina”, dijo el Ministro de Economía.
En un entrevista realizada por el periodista Gabriel Anello en el programa «Súper Mitre Deportivo», Caputo defendió fuertemente la política económica del gobierno, afirmando que el dólar a 1.500 pesos “no le quita el sueño” y destacó que el FMI nunca pidió a la Argentina una devaluación del peso. También anunció que la política de emisión cero se implementará a partir del lunes, desde el gobierno creen que esto terminará definitivamente con la inflación.
Caputo reiteró las declaraciones hechas por el Presidente, según las cuales el “grifo” de emisión de pesos se cerrará a partir del lunes.
Primero el déficit fiscal, luego los intereses sobre los pagos de “pasivos remunerados” al banco central, y la próxima semana se cerrará el grifo de los “puts” para los bancos en el Central que se vieron obligados a comprar bonos.
El Gobierno anunció que venderá dólares de la reserva en el mercado del «dólar contado con liqui» para tratar de bajar la cotización del blue que en la semana llegó a los $1.500.
Por la mañana Milei había fundamentado esta decisión debido a la “anomalía” observada por el gobierno de que los dólares financieros seguían aumentando al mismo tiempo que el Banco Central sigue comprando dólares. Quiere decir, dijo el presidente y ratificó el ministro, que los pesos emitidos para comprar los dólares no tienen una “demanda de contraparte” legítima, sino que son producto de las normas de funcionamiento del mercado cambiario, por lo que el Banco Central congelará o eventualmente reducirá la “Base Monetaria” en la medida que no hay una demanda genuina de pesos.
“Del cepo no hay que salir rápido, sino que hay que salir bien. Vamos a hacerlo en la medida que los resultados vayan convalidando las medidas que estamos tomando. Por ahora está siendo más rápido de lo que se esperaba”, señaló, afirmando que al momento de asumir el actual gobierno había riesgo de hiperinflación y hoy ya hay líneas de crédito hipotecario a 30 años de plazo.
Además, al igual que Milei, consideró muy positivos los datos de inflación minorista de junio, que en el índice general dieron 4,6 por ciento. Caputo prefirió destacar en cambio la “inflación núcleo” (que excluye precios “estacionales” y “regulados”), que fue del 3,7%, igual que en mayo.
El 4,6% de inflación de mayo, subrayó, “fue un muy buen número. Y tengamos en cuenta que tarifas y recomposición de precios relativos pasan una vez. Por eso lo importante es mirar la inflación núcleo para ver cómo está bajando”.
Consultado sobre si la inflación “el mes próximo” volvería a bajar, Caputo dijo “esperemos que sí”, pero se cubrió señalando que no hay que mirar tanto el “mes a mes”.
“Tal vez julio se mantienen igual porque el dólar subió a $1.400; yo creo que eso no debería tener impacto, aunque sí puede tener un poco de volatilidad”.
Siempre sobre la inflación, el ministro recordó que siempre dijo que el peso pasaría a ser una moneda escasa. “En una competencia de monedas, todo el mundo dice que van a buscar el dólar. Pero los mercados buscan el bien escaso, que va a ser el peso, porque los impuestos se tienen que pagar en pesos. Esto va a fortalecer al peso y a contribuir a que la inflación baje más y más rápido”, dijo el ministro.
Además, consultado acerca de si el dólar a $1.500 le quita el sueño, Caputo respondió: “No, para nada. Soy un fundamentalista de la macroeconomía. El ministro aseguró incluso que “todos los dólares van a volver a bajar. Con las medidas que estamos tomando, el mercado de pesos tenderá a equilibrarse. La gente tendrá que demandar más pesos”.
“¿La brecha se va a volver a acortar”, le preguntó el entrevistador. “Sí, claramente”, respondió Caputo, y precisó que el nivel de la brecha “es importante para la salida del cepo. Este esquema monetario nuevo es para que caiga la inflación. Y así el dólar CCL va a tender a converger al dólar oficial y permitirá una salida del cepo más sencilla y no traumática para los argentinos. No nos apuramos, queremos hacerlo bien. La brecha va a tener a colapsar”.
Fue allí que emitió su frase más contundente sobre el flagelo al decir “a la inflación le estábamos ganando por puntos y esta es una mano de nocaut”. La nueva etapa del programa económica, remató, “debería ayudar fuertemente a que en los próximos meses (la inflación en la Argentina) vaya mucho más cerca de las inflaciones de un país normal.
“Uno en la Argentina tiende a pensar que ya las vimos todas. Pero un orden macroeconómico así no se ha visto nunca”. Sí hubo momentos, señaló, donde durante un tiempo hubo cierto orden, apuntando como ejemplos los primeros años de la convertibilidad y los primeros años de la posconvertibilidad. Pero esos momentos de cierto orden macroeconómico, subrayó, “fueron porque antes hubo crisis, pero nunca hubo convicción, por eso la Argentina volvía a las andadas y todo se desbandaba”.
Caputo negó terminantemente que el FMI le haya pedido en algún momento que devalúe el peso y destacó en cambio el rápido apoyo de la entidad al anuncio de profundización del programa económico argentino con el inicio de la llamada “Fase 2″.
Por último, consultado sobre si podría llegar “dinero fresco” del Fondo, Caputo señaló que eso podría ser “en un nuevo programa, que es lo que tenemos que empezar a hablar ahora”.
Y cerró: “asumiendo que nos ponemos de acuerdo en las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, puede haber plata adicional, sí. No es una garantía, yo no puedo hablar por el FMI. Pero sí puede haberla, claramente”