la tia detenida

 

 

Se llama Vanesa Morales; «La Tia» y fue detenida por la Prefectura en un segundo allanamiento. Todo empezó con una denuncia por robos en la zona. 

 

 

 

En las últimas horas, la Prefectura Naval Argentina arrestó a «La Tía», la mujer narcotraficante de Villa La Angostura que había conseguido mantenerse activa a pesar de estar bajo el radar de la Justicia durante meses. En esta ocasión, no le dieron chance de escapar, después de allanamientos simultáneos en tres hogares, donde hallaron cocaína, marihuana y dinero procedente del tráfico de drogas.

 

 

 

 

El operativo del fin de semana marcó el final de una extensa investigación que se inició en enero, cuando la imputada fue allanada por primera vez en el año, aunque en ese momento no fue arrestada, a pesar de la gran cantidad de droga que hallaron en su vivienda.

 

 

 

 

 En esa ocasión los efectivos encontraron: 136 gramos de cocaína, 4 gramos de marihuana, una motocicleta, un vehículo y una considerable suma de dinero en efectivo, además de aparatos electrónicos que sirven como evidencia en la causa. Todo esto se ocultaba en su «aguantadero», donde acogía a niños sin hogar, a los que empleaba como «soldaditos» para distribuir la cocaína en el barrio Mallín.

 

 

 

 

Vanesa Morales fue detenida el fin de semana en Villa La Angostura.

 

El comienzo de la caída de «La Tía» se inició hace menos de un mes, cuando un habitante de Villa La Angostura presentó una denuncia al 911 e informó que un grupo de jóvenes había entrado en su hogar y le había sustraído una bicicleta y un taladro. Los agentes de la Comisaría 28 seguían la pista de los jóvenes y descubrieron que se refugiaban en el hogar de la sospechosa.

 

 

Con una orden de allanamiento, la Policía ingresó a la vivienda de «La Tía» con el propósito de recuperar los objetos robados. Sin embargo, lo que hallaron fue mucho más serio: dos armas de fuego, un revólver calibre 22 y una pistola de 9 mm, municiones y un volumen de droga que incluso asombró a los investigadores.

 

 

 

 

En una primera revisión, los oficiales descubrieron 33 envoltorios de cocaína ocultos en el hogar. No obstante, al ampliar la investigación, hallaron un paquete más grande: dos «ladrillos» de cocaína de alta pureza, con un peso total de 2,5 kilos. Además, hallaron dispositivos de precisión, teléfonos móviles y más de un millón y medio de pesos en dinero en efectivo.

 

 

 

 

 

 

 

Hallaron casi 3 kilos cocaína en la casa de la acusada. (Foto: Prensa y Difusión Policía de Neuquén)

A pesar de este asombroso descubrimiento, «La Tía» no fue arrestada en aquel primer allanamiento por una «cuestión de salud», sin embargo, el caso rápidamente fue transferido a la Justicia Federal, bajo la dirección del juez Hugo Horacio Greca, quien ordenó que la mujer, identificada como Vanesa Morales, fuera encarcelada por narcomenudeo.

 

 

 

¿Quién es «La Tía» y cómo “trabajaba” con niños menores?

 

 

El apodo con el que la conocían en el vecindario, ocultaba un relato de maltrato, manipulación y explotación de niños. Vanesa Verónica Morales, de 42 años, empleaba a jóvenes para la venta de estupefacientes en la localidad.

 

 

 

Gran parte de esos jóvenes provenían de familias en condiciones de vulnerabilidad y algunos pertenecían en centros de niños, a los que se les había enviado por orden judicial debido a conflictos familiares.

 

 

 

La mujer los acogía en su hogar como si fueran sus «sobrinos de corazón», los resguardaba y les proporcionaba un sentimiento de pertenencia que frecuentemente no hallaban en ningún otro sitio. Sin embargo, tras esa aparente «familia», se ocultaba una red de narcotraficantes que los empleaba para distribuir droga a diversos compradores.

 

 

"La Tía", con sus sobrinos de corazón y sus hijos, en su casa de Villa La Angostura. (Foto: TN)
«La Tía», con sus sobrinos de corazón y sus hijos, en su casa de Villa La Angostura.

Los chicos se trasladaban en motocicletas robadas o a pie, se distribuían en diversas áreas de la ciudad. No solo comercializaban cocaína, sino que también se empleaban para ejecutar tareas, intimidar a los residentes y perpetrar robos en el área.

 

 

 

“Algunos de estos chicos estaban bajo resguardo judicial, pero al no tener una contención efectiva, terminaban en este tipo de situaciones”, indicó una fuente del caso.

 

 

 

 

Paradójicamente, los propios hijos de «La Tía» también habían sido desplazados a un hogar de abrigo. No obstante, esto no impidió que la mujer mantuviera comunicación con ellos y los incorpore en sus actividades ilícitas.

 

 

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