Guangzhou, un importante centro de comercio e industria en el sur de China, comenzó a realizar pruebas a casi un tercio de sus 19 millones de habitantes después de detectar un resultado «anormal» en el aeropuerto.
La capital de China, Guangzhou, canceló cientos de vuelos el jueves y ordenó que se hicieran pruebas a 5,6 millones de personas después de identificar un caso sospechoso de covid-19 mientras el país lucha contra un brote importante de coronavirus, especialmente en Shanghái.
Funcionarios de la ciudad dijeron que Guangzhou, un importante centro de comercio y fabricación en el sur de China, había comenzado a realizar pruebas a casi un tercio de sus 19 millones de habitantes después de detectar resultados «anormales» en el aeropuerto.
Según los informes, cientos de vuelos han sido cancelados hasta nuevo aviso. China enfrenta su peor pandemia de coronavirus desde la primera ola en 2020, con decenas de muertos en Shanghái todos los días.
En China ocurren decenas de muertes diarias en Shanghai y comunidades enteras que están aisladas en Beijing, donde se han reportado varios casos.
Como parte de su política de “cero covid”, China ha impuesto medidas de cuarentena, pruebas masivas y restricciones de viaje para descartar la epidemia. Esta estrategia tropieza con problemas con la variante infecciosa de Omicron, que ya ha logrado sortear una rigurosa vigilancia sanitaria.
El bloqueo que duró varias semanas para casi todos los 26 millones de habitantes de Shanghái ha golpeado duramente a la economía china. China reportó 11.367 casos nuevos este jueves, una cifra baja para los 1.400 millones de habitantes del país.
Mientras tanto, el centro tecnológico y la ciudad de Hangzhou, cerca de Shanghái, ha ordenado testear 9,4 millones de personas de la ciudad, de un total de 12,2 millones de habitantes, para acceder a los espacios públicos y el transporte cada 48 horas.
La agencia de noticias AFP dijo que el objetivo era «no permitir que el virus se esconda y se asiente en ningún lado», dijo el gobierno local en un comunicado, lo que generó temores de nuevas restricciones en una ciudad donde operan algunas de las empresas más grandes de China.