Los médicos deben elegir quién puede tener acceso a terapia intensiva entre los pacientes que aguardan para ser atendidos en Río Grande do Sul. El estado fronterizo con la provincia de Corrientes con Uruguay, y Misiones detectó al menos 21 casos de la cepa amazónica de coronavirus y se encuentra en colapso hospitalario.
En estas condiciones, este estado es uno más que se suma a la situación de colapso que se vive con la segunda ola de coronavirus en varias regiones de Brasil junto a los otros dos estados fronterizos con la Argentina, Santa Catarina y Paraná, que se encuentran en cuarentena severa para evitar y reducir los contagios.
En medio de esta dramática situación sanitaria, este jueves el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció contra las cuarentenas decretadas en todo el país y las tildó de «estado de sitio», por lo que instó a a la población a salir «de abajo de la cama» para no «morir de hambre».
«Tenemos más gente necesitando atención que capacidad instalada. Los médicos eligen a quién atender por la gravedad», alertó el director del Departamento de Regulación Médica de Rio Grande do Sul, Eduardo Elsade, al canal local RBS TV.
Por otro lado, Porto Alegre, la capital del estado, tiene 106% de ocupación de camas con fila de espera de pacientes de Covid-19, y la situación es más crítica debido a las aglomeraciones en las fiestas de fin de año, vacaciones de enero y carnaval, tiene un mayor tiempo de internación en los casos más graves.
«Hasta que consigamos controlar la situación, vamos a derivar a pacientes a enfermerías, unidades de primeros auxilios, camas de emergencia. Todo el tiempo estamos haciendo esto para encontrar lugares», afirmó el funcionario.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), decretó la semana pasada ‘bandera negra’ en el estado, una cuarentena extrema aunque sin llegar al bloqueo total de actividades.
En Canela, una ciudad turística de la región sierra «gaúcha», falleció una niña de 11 años a causa de la Covid-19, mientras que en vecina Gramado, el sistema colapsó.
Si bien la red pública está ampliando su capacidad de camas es un proceso que lento en relación con el avance de los contagios, según explicó el funcionario.
En Porto Alegre, 21 casos de la variante P1 amazónica, más contagiosa, fueron detectados, siendo el estado más lejano de la región norte de Brasil.