La Iglesia Católica observa con inquietud el acercamiento de Javier y Karina Milei a líderes evangélicos, incluido el predicador Franklin Graham.
La relación entre la Casa Rosada y las iglesias evangélicas se consolida día a día, y dentro del mundo católico el gesto ya genera nerviosismo y preocupación. Mientras la Iglesia Católica —religión oficial del país— mantiene una relación fría con el actual Gobierno, Javier y Karina Milei parecen haber encontrado nuevos aliados espirituales en los pastores del evangelismo.
El lunes 3 de noviembre, el Presidente, su hermana y los funcionarios Manuel Adorni y Diego Santilli recibieron en la sede del Ejecutivo a representantes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), junto con pastores de distintas provincias.
“Además de orar por el Ejecutivo nacional, elevamos peticiones por la economía, la justicia, la educación, la lucha contra el narcotráfico, las iglesias y las autoridades”, comunicaron desde la Alianza tras el encuentro, que fue presentado como un “acto de fe” pero que tuvo, inevitablemente, un fuerte trasfondo político.
Al día siguiente, el martes 4, Milei recibió en Casa Rosada al reconocido predicador estadounidense Franklin Graham, presidente de la Asociación Evangelista Billy Graham (BGEA) e hijo del histórico pastor Billy Graham, quien solía rezar en la Casa Blanca junto a George W. Bush.
La visita no pasó inadvertida. En la Iglesia Católica, el gesto fue leído como un nuevo desaire. La cúpula eclesiástica observa con malestar la fría relación del Gobierno con el Vaticano y el creciente protagonismo de pastores evangélicos en la agenda pública.
“Todos los presidentes mantuvieron algún tipo de vínculo institucional con la Iglesia, pero los libertarios decidieron cortar ese canal y rodearse de otros cultos”, comentó un sacerdote de la diócesis porteña, que pidió reserva.
Mientras tanto, Franklin Graham encabezará en el Estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield un evento masivo titulado “Esperanza Buenos Aires”, con respaldo directo de la BGEA, que ya tuvo un antecedente local cuando Billy Graham predicó en River Plate en 1991 ante más de 250 mil personas.
¿Quiénes son y qué representan los evangélicos en Argentina?
Aciera —la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina— agrupa hoy a más de 15 mil congregaciones y se presenta como “la institución evangélica más representativa del país”. Su actual presidente es el pastor Christian Hooft.
El organismo ha tenido una participación activa en debates públicos, especialmente en temas de bioética y familia. En un reciente comunicado, repudió el Encuentro de Infancias Trans realizado en Tucumán, al sostener que “no puede hablarse en ningún caso de ‘infancias trans’, sino de niños manipulados por adultos”.
Entre sus figuras más visibles se encuentra el pastor Gabriel Ballerini, exdirector de Bioética de Aciera y uno de los oradores del debate legislativo contra la legalización del aborto. Ballerini, que participó del rezo en Casa Rosada, definió la ceremonia como “un encuentro histórico”, al remarcar que fue la primera vez que se realiza un culto evangélico dentro de la sede presidencial.
“Representamos el costado conservador del libertarianismo de Milei”, declaró a La Nación, frase que resume un nuevo eje de poder religioso dentro del Gobierno.
Los números detrás del cambio de fe
Según encuestas del Conicet, la población evangélica creció del 9% en 2008 al 15,3% en 2019, mientras que el catolicismo bajó del 76% al 63%. El resto se reparte entre quienes no profesan religión o se declaran agnósticos.
El dato no es menor: los evangélicos concentran fuerte presencia en sectores populares y del interior, un territorio donde Milei busca construir base social más allá de la economía.
En los próximos días podrían haber una cumbre puertas adentro de la iglesia para analizar esta situación que no es vista con buenos ojos por la Iglesia de San Pedro.







