El sereno asesinado a tiros en Bernardo de Irigoyen tenia antecedentes. Sospechan que fue un ataque por encargo. La Policía busca a dos personas en una moto roja.
Bernardo de Irigoyen volvió a ser escenario de un hecho violento. En la noche del domingo, un hombre que trabajaba como vigilador en una vivienda del barrio Vista Alegre fue asesinado a tiros. El caso está siendo investigado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego, y la principal hipótesis apunta a un crimen por encargo.
La víctima fue identificada como Jorge “Koki” Ferreyra, de 43 años. Cerca de las 22:50, vecinos de la calle Polonia escucharon el sonido de una motocicleta seguido de varios disparos. Al salir de su casa, el dueño del inmueble donde trabajaba Ferreyra lo encontró sin vida, tendido en el suelo.
Efectivos de la Comisaría local y de Policía Científica se presentaron en el lugar. En la escena encontraron 26 vainas servidas y 9 proyectiles calibre 9 mm, además de impactos de bala en paredes y el suelo. Según el informe médico, el disparo fatal ingresó por la parte trasera del torso y salió por la zona del pecho.
Gracias a cámaras de seguridad de la zona, se pudo ver a dos personas escapando en una moto roja, quienes serían los autores del ataque. Hasta el momento, no hay detenidos, pero los investigadores continúan con la búsqueda intensiva de los sospechosos.
Este no fue el primer incidente en esa propiedad. El pasado 17 de julio, personal de bomberos encontró un artefacto explosivo similar a una granada, lo que en su momento fue interpretado como una advertencia. Ahora se analiza si ambos hechos están conectados.
En paralelo a la investigación, también surgieron detalles del pasado de Ferreyra. Se supo que había estado involucrado en un homicidio cuando era menor y que, con el tiempo, su nombre volvió a aparecer vinculado a distintos episodios delictivos, tanto en Irigoyen como en Brasil. Esto alimenta la teoría de que el crimen podría tratarse de un ajuste de cuentas.
“Era una persona que generaba miedo, tanto en la zona como del otro lado de la frontera”, comentó una fuente cercana a la causa. “Vivía al límite y eso lo terminó alcanzando”.
La causa continúa en etapa de investigación, bajo total hermetismo. Por ahora, la moto roja y las imágenes de los sospechosos son las pistas clave que maneja la fuerza provincial para intentar esclarecer este violento hecho que vuelve a poner en foco la situación en la frontera misionera.
