Don Amantino Acosta tiene 69 años, está a un mes de cumplir 70, vive en una humilde vivienda cerca de la zona urbana de Alem, y por estos momentos, esta pasando por un momento de necesidad muy grande
Hasta hace un tiempo; a pesar de su avanzada edad, el abuelo seguía trabajando haciendo “changas” para conseguir unos pesitos más que le ayudaban a sobrevivir. Recorría las calles de la ciudad ofreciendo su servicio como cortador de pasto. Pero “amigos de los ajeno” se robaron su herramienta de trabajo, su motoguadaña y ya no pudo seguir trabajando.
Su salud se fue deteriorando y la artrosis se hizo mucho más severo con el paso del tiempo, además de otras dolencias, hicieron que prácticamente perdiera sus fuerzas. Don Acosta tiene un sueldito, que hoy día ya no alcanza, porque tiene que comprar medicamentos, y además tiene el descuento de un préstamo que tuvo que sacar para poder sobrevivir después que ya no pudo trabajar más.
Prepara la comida en el suelo porque la cocina que tiene ya no sirve más. No tiene luz ni agua. Espera que la municipalidad pueda llevarle agua para tomar y asearse.
Cuenta Luis, un vecino que estuvo visitando a don Amantino Acosta y llevándole algunas cosas, que algunas veces toma agua de la lluvia, que almacena en un tanque al costado de la casa.
Desde ya se solicita a la población, a quienes puedan ayudar con distintas cosas, pueden acercarle personalmente a la casa del señor. Vive frente al camping de CTM, casi sobre ruta, a unos 300 metros de la balanza de la ruta 14.
