La cepa es más contagiosa que otras y produce síntomas más graves, por eso varios países suspendieron sus planes de levantar el confinamiento

 

 

La variante Delta de COVID-19, también conocida como B.1.617.2, fue identificada por primera vez en India, pero desde entonces fue detectada en 70 países. Aunque las vacunas actuales son efectivas contra esta variante, la cepa tendrá más posibilidades de mutar a medida que las personas no vacunadas contraigan el virus.

 

 

La Delta parece ser algo más resistente a las vacunas que la variante Alfa, que se detectó por primera vez en Kent y que anteriormente dominaba en el Reino Unido, por ejemplo. En la Argentina, ya se detectaron al menos dos casos de la variante india, en dos menores residentes en la Ciudad de Buenos Aires que regresaron a Ezeiza desde París el 24 de abril.

 

 

“La presencia de la variante Delta genera una menor eficacia y efectividad de las vacunas contra el COVID-19 con que contamos actualmente.

 

 

Esto nos obliga a mayor número de testeos; tipificar el genoma; medidas de aislamiento y aumentar el número de individuos vacunados y cumplimentar la segunda dosis en las plataformas que así lo requieran”, enumera a Con Bienestar José Marcó del Pont (M.N. 50.056), jefe de infectología del Hospital Italiano.

 

 

Hay vacunas que demostraron ser eficaces contra la variante Delta, como la Pfizer y la de AstraZeneca, ambas de dos dosis. En general, las vacunas para el coronavirus son más efectivas contra los casos más graves y menos contra la infección asintomática.

 

 

Según las cifras recogidas por Public Health Scotland y publicadas en the Lancet, al menos dos semanas después de la segunda dosis, la protección contra la infección cayó del 92% para la variante Alpha al 79% frente a la variante Delta de la vacuna de Pfizer/BioNTech, mientras que para la vacuna de Oxford/AstraZeneca la protección descendió del 73% al 60% respectivamente.

 

 

La protección contra la enfermedad sintomática también mostró diferencias según la variante. El trabajo difundido de Public Health England (PHE), afirma que una dosis de cualquiera de las inyecciones ofreció poco más del 51% de protección contra la variante Alpha, en comparación con el 33,5% de protección contra la Delta, cifras que cambiaron muy poco en el trabajo posterior. Después de dos dosis las diferencias fueron más modestas.

 

 

Con la vacuna de Pfizer/BioNTech la protección contra la variante alfa era 93.4%, comparado con el 88% para la Delta. Para la vacuna de Oxford/AstraZeneca, la protección cayó de alrededor del 66% al 60%, aunque los expertos dicen que hay una serie de razones por las que esta fórmula tiene cifras más bajas para cualquiera de las variantes, incluso que tarda más en alcanzar la máxima efectividad.

 

 

Respecto a las internaciones, un análisis de PHE indica que la vacuna de Pfizer/BioNTech se relacionó con una efectividad del 94% contra el ingreso hospitalario con la variante Delta después de una dosis y un 96% después de dos dosis, mientras que las cifras para la inyección de Oxford/AstraZeneca fueron del 71% y el 92% respectivamente.

 

 

Qué pasa con las muertes

 

 

En la actualidad, no hay suficientes datos para decirlo, pero se espera que los resultados sean prometedores. Según PHE: “Aún se está trabajando para establecer el nivel de protección contra la mortalidad de la variante Delta. Sin embargo, al igual que con otras variantes, se espera que esto sea alto”.

 

 

Sobre la Sputnik

 

 

“Sputnik V es más eficaz contra la variante Delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India que cualquier otra vacuna que haya publicado resultados sobre esta cepa hasta ahora. El estudio del Centro Gamaleya fue enviado para su publicación en una revista internacional revisada por pares”, se anunció hoy martes.

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