Antonio Miguel Félix tenía el sueño de presenciar un partido oficial de Boca Junior por primera vez en su vida.
Confiaba en poder ver al club favorito en su provincia; La Rioja, jugar contra Ferro por la Copa Argentina.
Al llegar ese día, comprende en su corazón que es algo inolvidable y que dejará una huella eterna en su larga vida cargada de historias.
Antes de entrar en la cola para ingresar al estadio, le dijo a su hija Flavia “ya está”, podía dejar esta vida tranquilo, había saldado una deuda de 63 años.
Cuando los guardias le preguntaron por su boleto, no tenía idea de lo que sucedería.
Antonio se hizo hincha de Boca a los cuatro años. A la edad de 67 años, iba a vivir por primera vez la sensación de estar en una cancha presenciando un partido del club de sus amores.
Llegó en silla de ruedas al estadio Carlos Augusto Mercado Luna y luciendo una campera del Xeneixe, junto a su hija y su cuñado.
Horas antes trató de conseguir una entrada para discapacitado, pero no pudo, no había más, y tuvo que contactar a un conocido para comprar en la reventa.
Con mucho esfuerzo, compró cuatro boletos con el dinero de su sueldo de jubilado. El precio oficial era de 2.500 pesos cada uno, pero en la reventa le costaron 6.000 pesos C/u. 24.000 en total. Pero Antonio no dudó, ese era su sueño. No podía renunciar a la posibilidad de conocer a Boca en su casa, La Rioja.
Llegó el día tan esperado, se metió y hasta movía los brazos los brazos junto al resto de aficionados por tanta emoción. Sus ojos brillaban más que nunca, dijeron sus hijas. Pero todo cambió en un instante, cuando el guardia del estadio le dijo que la entrada era falsa.
“No lo podíamos creer, fue un momento muy duro”, dijo al Canal TN su hija Flavia.
La peor desilusión
Antonio no sabía que hacer miró hacia abajo y finalmente a su familia. Parecía como si todo era una broma.
“Las entradas quedan retenidas o tenemos que ir a la comisaria”, le dijeron los guardias y entonces comprendió que de verdad había sido estafado.
“No saben la impotencia que tengo, ver llorar a mi padre por la vergüenza que pasó cuando la policía le dijo que no podía entrar porque las entradas eran truchas. Minutos antes estaba feliz, y nos decía que ya se podía ir tranquilo porque se le había cumplido el sueño”, agregó Flavia.
Algunas de fotos de Antonio sentado en un cantero de flores mirando al espacio, desencadenó una campaña en las redes sociales para ayudarlo.
En Boca sabían lo que había pasado
Pronto, la demanda de los hinchas quedó en manos de Boca. El club entendió que no podían quedar así las cosas.
En las próximas horas desde el club, le pagarán a Antonio su traslado a Buenos Aires y le darán un lugar muy especial en la Bonbonera para que pueda ver el partido.
“Les agradezco a todos, de corazón, voy a cumplir mi sueño de niño. Me voy a sentir bien a pesar de lo que pasó acá. Les agradezco a todos”, dijo Antonio entre lágrimas en un conmovedor video.
El próximo partido que boca jugará como local enfrentará a Tigre, será el miércoles a las 21:30 horas por el torneo de la Liga Profesional. Un lugar ya está reservada para Antonio, que a los cuatro años se enamoró de boca y por fin podrá cumplir su sueño.