Un feminicida que aseguró haber cambiado de género y pidió ser enviado a un penal de mujeres.
Se trata de Jonathan Luna, el asesino de Micaela Ortega, femicidio que ocurrió en el 2016
Fuentes judiciales aseguran que Luna hace tiempo que presenta escritos formales en los que asegura que ahora se hace llamar Yoana y que se percibe a sí mismo como una mujer.
Los abogados de Luna han manifestado que intentarán convencer a la Justicia de que el crimen no fue un feminicidio sino un simple homicidio por la condición de Luna de sentirse mujer.
El detenido también pidió que le devolvieran su celular «porque la está pasando mal» en la cárcel de Florencio Varela.
Este tipo de solicitudes ya tiene antecedentes, a pesar de que es un caso que llama la atención y demuestra la estrategia de la defensa para rebajar la pena.
Un caso similar ocurrió en Bariloche, cuando el sospechoso de feminicidio de Eduarda Santos de Almeida, Fernando Alves Ferreira quien alegó que se autopersibe mujer.
Abigail Paéz, la novia de la madre de Lucio Dupuy, recibió cadena perpetua por el crimen del niño en un caso comparable pero al revés. Días después de recibir el veredicto, solicitó recibir terapia hormonal para mascilinizarse en la cárcel.
El crimen de Micaela Ortega
La adolecsente de 12 años fue engañada por Jonathan Luna a través de las redes sociales, y asesinado por el mismo en Bahía Blanca en 2016.
Tras una minuciosa investigación, se pudo confirmar que Luna era muy conocido en el ámbito penitenciario.
Cuando cometió el crimen de la chica estaba profugo. Había escapado de prisión en 2014 mientras cumplía condena por robo calificado en la provincia de Río Negro.
Fue sentenciado a cadena perpetua el 19 de octubre de 2017, luego de un juicio histórico. Fue la primera condena por grooming seguido de muerte en Argentina.