El subsecretario de Turismo de Misiones, Carlos Antonio “Tony” Lindstrom, quiso realizar la maniobra fraudulenta, pero el empresario obereño se negó y contó todo.

 

 

Un nuevo escándalo de corrupción sacude el seno de gabinete provincial al conocerse la maniobra fraudulenta mediante la cual el subsecretario de Turismo de Misiones, Carlos Antonio “Tony” Lindström, intentó sobrefacturar 30 mil pesos a un lavadero de autos de la ciudad de Oberá, donde habitualmente asean la camioneta 4×4 que el ministerio le prestó para desarrollar su función.

 

 

Según publicó el sitio de noticias Infober, el dueño del Lavadero Toto de la ciudad de Oberá -el policía retirado Raúl De Olivera– se negó a formar parte de la maniobra de corrupción y brindó detalles sobre cómo el funcionario y uno de sus secretarios pretendían que se haga cómplice de la defraudación al Estado.

 

 

Por un total de tres servicios de lavado a la camioneta Chevrolet S10, dominio LVY382, que maneja Lindström, “se cobraron 1.200 pesos, 400 por cada limpieza del vehículo”, explicó De Olivera.

 

 

Sin embargo, entre los meses de noviembre y diciembre de 2020, desde la Subsecretaría de Turismo que conduce el excandidato a intendente de Oberá, estaban dispuestos a pagar 6 mil pesos por unos 15 servicios de lavado, a 400 pesos cada uno.

Por Revista Enterate

Panel principal de periodista de Revista Enterate

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