Dentro del Gobierno ya se pusieron a trabajar en una reforma política que busca bajar los gastos de las campañas y la boleta única.
Javier Milei quiere impulsar una reforma política para cambiar los tres pilares del sistema electoral argentino. Por ello, asignó a su jefe de gabinete la tarea de proponer una idea y llevarla al Congreso. Ya que la Constitución Argentina prohíbe al Presidente dictar decretos sobre cuestiones electorales (artículo 99, inciso 3). En esta cuestión no tiene más remedio que sacarlo mediante el Congreso.
El responsable de llevar a cabo esta tarea es el vicejefe de Gabinete de ministros, Lisandro Catalán, mano derecha de Francos. Quien acompañó y trabajó a la par de su jefe durante las reuniones y negociaciones políticas que permitieron la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Ahora será el responsable de preparar un proyecto basado en tres objetivos ambiciosos.
Lo primero: Eliminar las PASO, para esto trabajan en dos direcciones. Por un lado, la posibilidad de convertirlo en un “PAS” (Primarias Abiertas Simultáneas). En este caso se eliminaría la obligatoriedad de ir a votar en estas elecciones.
Las PASO son elecciones muy costosas para el estado y ese es el principal objetivo para eliminarla.
Las PASO del 2023 le costaron al país más de 8 mil millones de pesos. Peor aún, muchos partidos políticos presentan un candidato único. Para ellos estas elecciones sirven para medir su capacidad electoral y se convierte en una encuesta pagada por el pueblo.
En las campañas políticas existen muchas veces lo que llaman «campañas en negro» que son aportes no declarados de los partidos políticos.
Lo que pretende el Gobierno es sincerar y liberar el financiamiento de las campañas. Aunque establecerán un sistema de control para evitar delitos, es decir dinero que puede venir del narcotráfico u otros fondos delictivos.
El último punto es el sistema de boleta única, que ya tiene media sanción y está listo para ser discutido en el Senado Nacional. Pero según el gobierno, hay un pequeño problema que hay que resolver. Algunos senadores parecen oponerse al proyecto aprobado por diputados que promueve el “modelo cordobés”. Es decir, propone una boleta tipo formulario, con casilleros que hay que rellenar con; “vota todo”, “vota completo” o “vota todas las categorías”.
Según algunos creen, esa opción destruye el espíritu “reflexivo” que el sistema de boleta única promueve, beneficiando a los partidos políticos grandes que tienen capacidad de movilizar el aparato, escondiendo dentro de un sistema progresista el engaño “conservador” de fomentar el voto de la boleta completa. El Gobierno entiende que puede impulsar una nueva iniciativa que subsane este inconveniente.