El debate por el acuerdo con el FMI, trajo al tapete otra vez una idea que es, una “mala palabra”, un tema tabú para los gobernadores: Se trata de la Coparticipación Federal, un jugoso monto que envía la nacional para que subsistan las provincias argentinas.
Pero los que subsisten gracias a este fondo no son las industrias, las empresas, los comercios, los agricultores, el campo y las personas comunes, que son prácticamente los generadores de los ingresos del estado. Lo que se mantiene en pie mediante la coparticipación es la estructura de los estados provinciales, es decir; sueldos, obras, subsidios y ayudas sociales etc.
Gran parte de las provincias argentinas, el gasto es mayor a la recaudación. Un informe habla que; más de la mitad de las provincias generan menos de un tercio de los recursos económicos que necesitan para subsistir. Dependen pura y exclusivamente de los fondos enviados por el gobierno nacional.
Según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), los ingresos propios de 14 de las 24 provincias representan a lo sumo un 31% de sus ingresos totales anuales. O dicho de otro modo: dependen de la Casa Rosada para cubrir más de dos tercios de sus gastos.
¿De dónde obtienen sus ingresos genuinos las provincias?
Los ingresos provinciales provienen básicamente de dos fuentes: recursos propios (principalmente, Ingresos Brutos, Inmobiliario, Automotor y Sellos) y recursos de Coparticipación. En lo que respecta a las transferencias por Coparticipación, estas representan una buena parte de los ingresos provinciales: en promedio, alcanzan el 71,3% del total.
Provincias como; Formosa, La Rioja, Catamarca, Chaco, Jujuy, San Juan; son totalmente dependientes del estado nacional para afrontar sus gastos. El record lo tiene Formosa, la provincia gobernada desde hace 22 años por Gildo Insfrán. Este distrito no genera ni la mitad de lo que gasta, necesita un 93% de aportes nacionales para sobrevivir.
A todo esto, y en el plan de reducir el déficit fiscal y cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno nacional prefiere seguir cubriendo el enorme agujero que generan las provincias y seguir rebanando el ingreso de los privados para generar recursos, que más de la mitad son enviados a cada una para pagar sueldos y pagar el gasto de la política que va disfrazado en “obra pública”
22-02-01_Informe_coparticipación
Informa completo de Iaraf
En contra del sistema
Dos diputados nacionales; Javier Milei y José Luis Espert calificaron el régimen de coparticipación como; “una porquería”
Espert consideró que «a la gente de trabajo en el sector privado, este programa los ‘revienta’, por eso la gente detesta a los políticos, con toda la razón» y propuso reducir de 21 a 8 los ministerios que conforman el gabinete del presidente Alberto Fernández para ahorrar los 13 mil millones de dólares que se necesitan para afrontar los compromisos, dijo.
«¿Quieren conseguir más? Limitemos los giros de coparticipación a las provincias y que echen al grueso de los ñoquis del estado. Que el ajuste lo pague quien tiene que pagarlo, a la gente de trabajo en el sector privado este programa los revienta», subrayó Espert.
El Economista y ahora Diputado Javier Milei hace un buen tiempo que viene criticando el sistema el cual considera “perverso” entre otros calificativos.
Cuando Alberto Fernández y los gobernadores firmaron el nuevo consenso fiscal, Milei calificó de «aberrante e inmoral» la iniciativa, que fue incluida en el acuerdo impulsado por el gobierno nacional que habilita a las provincias a aumentar el gasto público por encima de la suba de la inflación.
Pero mientras no asuma en Argentina un gobierno que se proponga seriamente acabar con el déficit fiscal, el enorme gasto de la política que tiene la nación, todo seguirá igual, y el ajuste siempre pasará por el sector privado, mientras la política sigue teniendo una gran cantidad de recursos para llevar adelante sus políticas y engordar al estado.