El testimonio de los policías que estaban de guardia la noche de la fuga, no coincide con el movimiento de los fugados, quienes tenían dinero, teléfonos y tiempo para tomarse un remis y viajar hasta un lugar donde le esperaba una camioneta.
Al parecer todo estaba planeado para la fuga del colombiano Deivy Julián Martín Montes de 28 años, Roberto Carlos Biano 28 años de la localidad de Guaraní, el paraguayo Leonardo Celio Ríos Benítez y Cristian Ariel Pereira de Ramos de 21 años, de Leandro N. Alem.
Estaban detenidos en la misma celda de la Comisaria de San Martín, dependiente de la Unidad Regional II de Oberá, donde con una sierra de treinta centímetros, cortaron el pasante, abrieron la reja y escaparon. Una vez que salieron del calabozo, cruzaron el tejido que divide la comisaria del polideportivo municipal, caminaron unos 100 metros, hasta una parada de colectivos en la ruta 103, desde donde llamaron un remis de Oberá y lo esperaron tranquilamente.

A las 22:40 de la noche del 16 de febrero, una remiseria de Oberá recibió un llamado telefónico, solicitando un móvil para cuatro personas en la ruta 103 en la localidad de San Martín. Hasta allí se dirigió el vehículo quien aproximadamente a las 23 hs encontró a los cuatro hombres, en el lugar indicado al centralista; en la parada de colectivos de la ruta provincial 103, frente al ex edificio municipal.
Antes de abordar el vehículo, preguntaron al chofer cuanto salía un viaje hasta la localidad de Alberdi, a lo que el trabajador del volante contesta que dicho recorrido tenía una tarifa de 3.000 pesos. Los cuatro hombres juntaron el dinero que tenía cada uno, contaron y no alcanzó, llegaban a 2.860 pesos.
“Nos vamos a laburar, a la vuelta te pagamos el resto. Igual no es mucho lo que falta”, dijo el colombiano Deivy Julián Martín Montes, quien parecía ser el encargado de la operación.
Apena abordaron el remis, Martín Monte realizó un llamado y, sin cortar, preguntó al remisero cuanto le salía la tarifa hasta Corpus. El chofer contestó, 6.000 pesos.

Era mucho dinero, así que Marín Montes dijo a su interlocutor: “Andá a buscarnos al Mirador de la ruta 5, pero ya. No queda otra”.
El chofer nunca se percató que se trataba de cuatro narcotraficantes, porque todo el tiempo le trataron bien, y en ningún momento hablaron de algo o insinuaron alguna cosa que pudiera resultar sospechoso.
Todo iba saliendo perfecto, tal cual planificaron los prófugos, el remisero no sospechaba nada, la policía no dio alertas para realizar operativos cerrojos en las distintas calles y rutas, y en pocos minutos llegaron al lugar indicado; el Mirador de Colonia Alberdi, ubicado en la Ruta Provincial 5, a unos 400 metros del pueblo, donde lo esperaba una camioneta. Pagaron el viaje, subieron al otro vehículo, siguieron por Ruta 5, rumbo al empalme con la Ruta 6 y el remisero volvió a su base en Oberá.

La versión de los guardias
La noche en que los cuatros detenidos se fugaron de la comisaría de San Martín, el oficial sub ayudante Aníbal S. y la agente Melani B. estaban encargados de custodiar y controlar las celdas donde estaban los detenidos. Los dos policías quedaron en la mira, luego del testimonio del remisero, que trasladó hasta Alberdi a los prófugos y hecho por tierra su relato.
En su primer testimonio, los dos policías declararon que se percataron de la fuga aproximadamente a la media noche.
Pero el oficial Aníbal S. fue más allá y afirmó que vio a los evadidos cuando escapaban corriendo, pero decidió no perseguirlos. Prefirió volver y trabar la reja de la celda violentada para evitar que otros presos escapen también.
Tras la fuga, la Jefatura de policía relevó a la subcomisario Eliane Itatí Becker, quien era jefa de la comisaría de San Martín y pasó a cumplir funciones en la UR II. En su reemplazo asumió el oficial principal Claudio Galeano, proveniente de Mártires.
Remisero testigo clave
La policía dio con el chofer del remis, luego que testigos de la zona de San Martín, contaran que vieron a cuatro personas, de similares características a los prófugos, cuando abordaron un vehículo de alquiler en la paradita de la ruta 103.
Enseguida los investigadores la policía comenzaron averiguar sobre este viaje en las distintas empresas de remises y dieron con el chofer que realizó el viaje.
La búsqueda
Amplios rastrillajes se llevaron a cabo en las colonias de la zona de San Martín, Oberá, Alem; ya que uno de los prófugos tenía domicilio en el barrio 20 de Junio y en la localidad de Guaraní, lugar de residencia de otro de los evadidos.
En los últimos días, y tras el relato del único testigo que los vio luego de la fuga, se incrementó la búsqueda en Corpus y Santo Pipó, aunque fuentes policías reconocen que podrían haber cruzado el Río Paraná y estar en territorio paraguayo.
Antecedentes de los evadidos
Cristian Ariel Pereira Ramos de Alem, cayó en el año 2020 luego de escapar de un control en la Ruta 14 en Campo Viera, cuando transportaba 50 kilos de marihuana valuada en 750 mil pesos a bordo de una motocicleta.
El joven oriundo del barrio 20 de Junio de Leandro N. Alem, transitaba con dos bolsos grandes cargados de droga, al llegar a un control policial, escapó hacia Oberá. Tras una persecución, en el kilómetro 878 de la Ruta 14, perdió el control de la moto y se despistó, trató de seguir escapando a pie, pero fue detenido por la policía luego de un rastrillaje en la zona.
El colombiano Martín Montes, detenido por venta y tenencia de drogas, en noviembre del 2018 ya se había fugado de la Seccional Cuarta de Oberá, fue recapturado y alojado en la Seccional II de Oberá.
Cabos sueltos
Todo es muy confuso en este caso; desde el hecho en el que presos por narcotráfico estén alojados en una comisaria con mínimas medidas de seguridad, el trabajo y el ruido pudo producir el corte de la reja y nadie se dio cuenta, el tiempo en que los guardias tardaron en descubrir la fuga para dar el alerta, el dinero y teléfono que tenían los detenidos al momento de escapar. La versión de los propios policías, que afirman haber visto a los narcos y decidieron no perseguirlos para recapturarlos.
Pedido de traslado
En el mes de octubre del año 2020, Deivy Julián Martín Montes, Roberto Carlos Biano y Cristian Ariel Pereira Ramos, reclamaron al Juez mejores condiciones de detención de detención. En ese momento se encontraban detenidos en la Seccional segunda de Oberá. El Juez Federal Alejandro Gallandat rechazó el pedido de los tres y solicitó el traslado de los mismos a la Unidad Penitenciaria Federal 17 de Candelaria, elevando su decisión en consulta a la Cámara Federal de Apelaciones, quien eleva su pedido al Servicio Penitenciario Federal para que se ocupara del traslado de los detenidos.
Hasta que se concrete el traslado de los mismos a un penal, el juez ordena a la Unidad Regional II de policía de Misiones, que extreme los cuidados y realice continuas requisas a sus celdas. Al demorarse el traslado a la Unidad Penal, deciden alojarlos en la comisaría de San Martín, donde finalmente escaparon.
