Sergio Massa, el ministro de Economía, hizo hoy una humorada que no cayó bien luego de las inversiones que China anunció para Argentina.
Tras anunciar que se abrió el mercado de menudencias, sorgo, maíz y trigo por 700 millones de dólares y la acuerdo por seis proyectos de infraestructura por 3.052 millones de dólares financiados en su totalidad por China, Massa dijo: «Nos deberíamos llamar Argenchina».
Argentina pasó a formar parte del grupo de naciones que conforman la iniciativa de China denominada «la Ruta de la Seda y la franja de la Seda». Aunque poco se sabe de cuales serían las condiciones del país asiático.
La iniciativa, que ahora tiene diez años, fue motivada por un sistema de rutas comerciales prehistóricas establecido en el año 130 a. C. durante la dinastía Han de China. Es el punto focal de la política exterior de Xi Jinping, que promueve bajo la apariencia de una franja, un camino para una alianza comercial global con Beijing como eje.
Argentina lo ratificó rápidamente, a diferencia de Brasil, que no lo ha hecho.
Seis proyectos que implican compromisos por US $3.052 millones fueron anunciados por los chinos. Además aclararon que los pagos de los créditos no son automáticos, a excepción del primero, y que dependen de la rapidez con la que avancen las obras.
Y a través de otras negociaciones se logró el acceso al mercado del sorgo, que podría resultar en $400 millones en exportaciones. Este producto es muy utilizado en un licor muy apreciado en China. A esto se suma el acceso de trigo, las menudencias bovinas y porcinas. La reanudación de los envíos de pollo que quedaron suspendidos a raíz de la gripe aviar.
Cuando se sellaron los acuerdos, Massa, quien participó en estas prolongadas rondas de negociaciones, solo dijo: «Con esto deberíamos llamarnos Argenchina», recordando el término que acuñó la periodista Chiche Gelblung.
El mercado de vísceras de res y cerdo se cerró por razones sanitarias. Como se informó, también habrá un cambio en el protocolo para permitir la reanudación de las exportaciones de aves de corral. También estarían faltando certificaciones y aprobaciones sanitarias para granos como el trigo
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Por falta de dólares, Argentina pospuso proyectos de inversión que requerían aportes de capital, como Atucha III, donde China aportó una inversión de US $8.000 millones pero exigió que Argentina integrara el 15% del capital.
Entre los proyectos se encuentran las líneas de alta tensión que abastecen a Edenor, Edesur y Edelap, con un costo de US$1.100 millones en el AMBA.
Así como el Ferrocarril Roca, el cual se invertirá unos US$236 millones en la compra de 200 vagones nuevos, y el Belgrano Cargas II, que demandó desembolsos de US$816 millones.
El parque solar Cauchar en Jujuy, que recibirá $326 millones, fue añadido adicionalmente al financiamiento chino.
Además, en la provincia de Buenos Aires se construirán redes cloacales en El Jagual y plantas de agua potable en Laferrere. Por un total de US$650 millones, ambos proyectos.