El avance de la deforestación sobre áreas protegidas podría haber vuelto a quedar en evidencia en Misiones. En el Parque Provincial Piñalito, en San Pedro, el Ministerio de Ecología habría confirmado un nuevo caso de apeo ilegal selectivo, en un contexto de creciente preocupación por la debilidad del sistema de control ambiental.

El operativo se habría activado tras detectar movimientos sospechosos en el interior del área protegida. Según trascendió, técnicos identificaron sectores con signos de extracción de especies nativas, aunque no se detallaron cuáles.

Vecinos y guardaparques sostendrían que el daño fue considerable y que la tala habría requerido varios días de trabajo y recursos logísticos importantes, lo que alimenta las sospechas de una red organizada. “Si hubiera control real, esto no pasaría”, habría dicho una fuente local.

El hecho se suma a otros episodios similares registrados en la zona, donde la falta de combustible, equipos y personal limitaría la capacidad de vigilancia, especialmente en épocas festivas, cuando los delincuentes aprovechan la escasa presencia de patrullas.