«El que se vayan todos» se hizo fuerte en el país, dejó tercero al oficialismo y arrasó con las esperanzas de Massa de ser el más votado
Se puede decir que el domingo murió definitivamente la vieja política, aquella del; te doy esto y dame tu voto. Te llevo a votar y pones esta boleta. El modelo peronista-kichnerista del asistencialismo cae por tierra.
El aparato del estado, la plata del pueblo pueta al servicio de la politica, no pudo ganarle a la voz del pueblo, que fue solo a los centros de votación a votarle a Milei, el único candidato que no es el responsable de la catástrofe que vive el país.
Por eso, el gran perdedor sin duda es Massa, que con todo el aparato del estado perdió en casi todas las provincias.
La bronca de la gente por la inflación imparable, la inseguridad, el desastre social del país, el dólar etc. hizo que Milei arrase en las paso.
Al final de la noche, salió Massa a dar un discurso, donde prometió darle vuelta al resultado. Lejos de aceptar la derrota, salió a asustar al electorado, diciendo que prácticamente Lucifer se convertiría en el nuevo rey del país.
Pero Milei tiene todo para ganar, mientras que Patricia Bullrich deberá salir a buscar alianzas por parte de Schiaretti entre otras fuerzas, quienes pueden hacerle sumar algunos votos más.