El Tribunal Penal 2 de Posadas, condenó a la pena máxima a Martín Monzón por el horrendo crimen de Horacelia, ocurrido en el año 2015
Pasaron 7 años y finalmente este mediodía, la justicia consideró culpable del delito de “homicidio calificado por el vínculo y por alevosía” a Martín Fernando Monzón de 39 años.
El terrible asesinato ocurrió el 16 de agosto del 2015 en un inquilinato de Villa Cabello de Posadas, lugar donde vivían Monzón y la adolescente con su pequeño bebé de siete meses.
El Tribunal Penal 2, integrado por los jueces César Yaya, Gregorio Busse y Fernando Verón, dictaron la pena máxima para Monzón a quien consideraron como “autor material penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo y alevosía”, previsto en el artículo 80 inciso 1 y artículo 45 del Código Penal Argentino.
En la jornada, expusieron sus alegatos el fiscal Vladimir Glinka y la defensa del acusado a cargo del doctor Miguel Varela.
La acusación por parte de la fiscalía, solicitaba que Monzón sea condenado a la máxima pena por el “homicidio calificado por el vínculo y alevosía”, perpetrado de tres puñaladas en la casa que el acusado compartía con Horacelia y su bebé de siete meses, en el barrio de Villa Cabello.
Mientras que la defensa pedía la absolución o la pena mínima para Monzón, como autor penalmente responsable de un “homicidio bajo emoción violenta”.
En sus últimas palabras ante el Tribunal, el acusado y ahora condenado, insistió en que la muerte de Horacelia fue accidental, en el contexto de una discusión y pelea con la adolescente que era su pareja y la madre de su hijo.
Fueron los numerosos testigos quienes complicaron a Monzón con sus declaraciones durante las 8 jornadas que duró el juicio.
Este es considerado uno de los crímenes violentos que más impactaron a la sociedad misionera, por la violencia con la que se perpetró el crimen, el desmembramiento y el intento de ocultar el cadáver que tuvo el femicida. Más teniendo en cuenta que se trataba de una adolescente que tenía un bebé con un adulto, que vivió continuamente en un ambiente violento con el condenado.