El pequeño estuvo internado por algunas horas en el hospital, donde finalmente su organismo no resistió el veneno y murió.
Según relató el padre del niño, todo sucedió el sábado en la madrugada, cuando una víbora yarará entró a la habitación donde se encontraba durmiendo el pequeño y lo mordió. Pasaron entre 14 y 16 horas y recién entonces fue llevado a un hospital.
El hecho sucedió en la localidad paraguaya de Curuguaty, departamento de Canindeyú, donde fue atendido primeramente y luego trasladado al Instituto de Medicina Tropical de Asunción donde finalmente falleció de muerte cerebral
Según informaron los médicos, el organismo del pequeño no resistió el poderoso veneno de la víbora que le provocó una trombosis en su cerebro.
En el instituto asunceño le repitieron la dosis del antiveneno, allí permanecía internado en cuidados intensivos conectado a una asistencia respiratoria mecánica. Luego de cuatro días no resistió el cuadro y murió.
Es importante tener en cuenta, que las personas con mordeduras de serpientes; así sean mayores o menores, deben ser llevados inmediatamente a un centro de salud, para recibir antídotos y tratamientos de manera urgente.
Según los especialistas, las mordeduras de serpientes provocan parálisis en el sistema respiratorio, trastornos de sangrado que deriven en hemorragias mortales, insuficiencia renal irreversible, así como la destrucción local de tejidos.