La canasta básica total llegó a $375.657 en agosto de 2025 en el Gran Buenos Aires. Los altos costos dejan a miles de familias bajo presión económica pese a la leve variación mensual del 1%.
La realidad golpea con fuerza a los hogares argentinos: la canasta básica total (CBT) en el Gran Buenos Aires alcanzó en agosto de 2025 la cifra de $375.657, mientras que la canasta básica alimentaria (CBA) se ubicó en $168.456. Aunque las estadísticas marcan una variación mensual de apenas 1,0%, la presión que ejercen estos valores sobre los salarios es asfixiante.
En lo que va del año, la CBA acumula un incremento del 15,8% y la CBT del 13,3%, cifras que en cualquier otro país serían alarmantes y que en la Argentina se han convertido en la norma. La variación interanual, además, confirma la gravedad: un 23,5% de aumento en apenas doce meses.
El impacto real se ve reflejado en los hogares:
Una familia de 3 integrantes necesita $924.116 para no caer en la pobreza.
Una familia de 4 integrantes debe superar los $1.160.780.
Un hogar de 5 integrantes requiere $1.220.885.
Mientras tanto, los ingresos promedio y muchos salarios formales e informales no logran alcanzar estos niveles, dejando a miles de familias atrapadas en una carrera desigual contra la inflación.
La paradoja es evidente: las cifras muestran una leve desaceleración mensual, pero los valores acumulados siguen marcando una distancia abismal entre lo que cuesta vivir y lo que la mayoría de los argentinos percibe mes a mes.
El problema ya no es solo económico, sino social: con una canasta alimentaria que exige casi $170 mil solo para cubrir lo básico en comida, miles de hogares ven comprometida su calidad de vida y su futuro. El dato se repite, pero no por eso deja de ser dramático: comer y vivir en la Argentina se ha transformado en un lujo.
