Un hombre persiguió al ex de su hija, mostró un arma, tenía dos camionetas y hasta un mono en cautiverio. Sí, todo en un mismo operativo en Garupá.
En Garupá, cuando creíamos haberlo visto todo, apareció un caso que combinó persecución, amenazas, camionetas de alta gama y… un mono. Sí, un mono. Porque si la vida no te sorprende, Garupá lo hace.
Todo comenzó cuando un hombre decidió que la mejor manera de gestionar el despecho adolescente de su hija era salir a perseguir al exnovio de 15 años como si fuera una escena eliminada de “Rápidos y Furiosos: Versión Barrio Santa Clara”. Según la denuncia, no solo lo siguió en varios vehículos —porque al parecer no quiso quedarse con un solo modelo— sino que también le mostró un arma y hasta intentó sacarle la ropa. Una intervención educativa muy discutible, digamos.
Con denuncias sobre la mesa, la Policía de Misiones montó un operativo digno de serie policial. En el primer allanamiento cayó el protagonista de esta tragicomedia. En el segundo, apareció una Toyota Hilux roja, claramente parte del catálogo de persecuciones del acusado.
Pero el plato fuerte llegó en el tercer domicilio: una escopeta de aire comprimido, una Amarok V6 y, como si fuera lo más normal del mundo, un mono en cautiverio. Porque evidentemente, ¿quién no guarda un primate al lado de una camioneta?
El mono, muy probablemente el más sensato de todos los involucrados, fue rescatado y trasladado a la Reserva El Puma de Candelaria, probablemente para empezar una nueva vida lejos de la gente rara.
El resto quedó en manos del Juzgado del Dr. Juan Manuel Monte, que tendrá la tarea de ordenar este guion que mezcla drama familiar, zoología improvisada y automotores.





