Sucedió en Oberá, donde la Dirección de Seguridad Vial secuestró una moto que luego desapareció del destacamento de esta división.
Los uniformados se quejan, ya que estarían casi obligados a aportar dinero a la colecta para comprar un nuevo biciclo y devolver a la dueña.
El procedimiento ocurrió el pasado 12 de marzo en un control vial en la Ruta 14 y su intersección con la 103. Según la dueña de la motocicleta, una mujer identificada como Sandra Demczuk de 40 años, viajaba con su hijo en la moto cuando los uniformados lo detuvieron y le labraron un acta por falta de espejos y VTV.
La mujer y su hijo terminaron detenidos por resistencia a la autoridad. Aunque la mujer afirma que reaccionaron ante el mal trato de los policías, que habrían esposado a su hijo y le aprisionaban el cuello con la rodilla. Aunque a las pocas horas fueron liberados.
Cinco días después, la mujer concurre al tribunal de faltas para regularizar la situación y retirar la motocicleta. Es allí donde recibe la decepcionante noticia, que la moto había desaparecido de la cede policial.
Cuatro meses después, la mujer afirma que llegó a un acuerdo con el Jefe de la Vial, Comisario Silvio Calzon, quien se comprometió a devolverle una moto de la misma marca y modelo.
Esto generó malestar entre los efectivos de la división, que están obligados a aportar a la colecta para la compra de la moto secuestrada que desapareció.
