La Policía detuvo a dos hombres acusados de robar cables de la red eléctrica en San Ignacio. El hecho dejó a vecinos sin luz y abrió una investigación para dar con los compradores del cobre robado.
San Ignacio vivió su propia película de suspenso eléctrico. Dos hombres, de 38 y 28 años, decidieron “hacer caja” arrancando cables de la empresa EMSA y, de paso, dejaron a decenas de familias sin energía en plena madrugada.
La jugada les duró poco. Tras la denuncia de un empleado de la compañía, la Policía desplegó un operativo que terminó con ambos sospechosos tras las rejas. Pero no solo eso: en un allanamiento en una vivienda de la calle 50, los investigadores secuestraron más de 20 metros de cobre listos para el mercado negro, además de machetes, hachas, sierras, pinzas y hasta un celular que ahora será peritado.
El operativo estuvo encabezado por la Unidad Regional XIII con un despliegue digno de película. Desde la fuerza remarcaron que este tipo de delitos no se agota en los “chorros de cables”: siempre hay un reductor esperando comprar lo robado. Ahora, la mira está puesta en ese circuito clandestino que financia el saqueo de la red eléctrica.
Los dos detenidos ya no tienen dónde esconderse, y el pueblo recuperó la luz… aunque los vecinos siguen esperando que los cortes solo se deban a tormentas y no a delincuentes con tenaza en mano.
