Manuela Otero Pabón es una joven oriunda de Paraná que, como muchos chicos que terminan el secundario en esa ciudad, aprovechan la cercanía con la capital santafesina y su amplia oferta académica para estudiar una carrera de grado.
Tras cinco años de cursado y exámenes en la Universidad Nacional del Litoral, Manuela se recibió de abogada y la felicidad fue tal que festejó, no sólo con su familia y amigos, sino también con alguien muy especial: el chofer del colectivo con el que viajó todo este tiempo entre ambas ciudades hasta lograr su objetivo.
Ese fiel compañero de viaje se llama Darío Billoud, y es uno de los encargados de trasladar diariamente a cientos de estudiantes entre ambas provincias, por lo que ya forma parte de la vida de los jóvenes y esa familiaridad hace que el conductor se alegre genuinamente con cada logro de los chicos.
Esta semana, Manuela se recibió de abogada y Darío frenó con su colectivo en la esquina de la Facultad de Ciencias Jurídicas para sumarse a los festejos, entre huevos, harina, abrazos y aplausos. Con pulgares arriba y escapando del engrudo mientras posaba para las cámaras, el hombre felicitó a la nueva letrada.
«Es el chofer más bueno que conocí en mi vida», aseguró sin dudar la flamante abogada, y destacó otros gestos de Darío como celebrar su cumpleaños arriba del micro compartiendo algo rico con los pasajeros, o acercar a varios estudiantes a la Terminal de Ómnibus de la ciudad cuando el colectivo estaba lleno.
«Él nos ofrecía siempre salame y queso. Creo que sabía que los estudiantes salimos de cursar con mucha hambre», bromeó.
(Fuente: TELEFE)