La lucha de la Comunidad Mbokajaty, en San Ignacio, dio sus frutos y, finalmente, el domingo se retiró la familia que había intrusado parte de su territorio ancestral relevado por Ley 26160, donde además se encontraban construyendo una casa para una anciana mbya.
“En cualquier momento se va a poder instalar”, expresó con alegría Bernardino Villalba, mburuvicha de la Comunidad.
Este logro fue producto de la firmeza con la que se manejó la Comunidad ante una situación injusta. Debieron realizar dos denuncias, además de haber soportado agresiones, discriminación, presiones y amenazas por parte de efectivos policiales, e inacción de las autoridades municipales.
Cabe recordar que la mujer, que pretendía instalarse con su familia, María Rosa Cristaldo, manifestó haber sido enviada allí por la Comisaría de la Mujer, hecho inaceptable en los términos de “asistencia social”, y de una irresponsabilidad total. “No se puede trasladar a nuestra Comunidad una responsabilidad que no nos cabe, esto es resolver un problema habitacional”, habían expresado desde Mbokajaty en una nota que se presentó el viernes al intendente, Esteban Romero.
Finalmente, tras las diversas gestiones de la Comunidad y luego de que el caso tomara conocimiento público, estas personas se retiraron del lugar. “No quiero que pase de nuevo, tenemos miedo, pero no vamos a dejar que entre nadie más”, afirmó Bernardino.