pequeño j florencio varela

 

 

Celeste González Guerrero, una de las detenidas por el triple crimen de Florencio Varela, declaró que los asesinatos se habrían cometido por el robo de 30 kilos de cocaína y que se pagó un millón de dólares por el encargo.

 

 

 

 

La trama detrás del triple crimen que conmocionó al Conurbano bonaerense sumó un giro brutal. Celeste González Guerrero, una de las detenidas, rompió el silencio ante el fiscal Carlos Arribas y reveló detalles estremecedores sobre cómo fueron asesinadas Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15).

 

 

 

triple crimen Florencio Varela

 

 

 

 

 

Según su declaración, “alguien pagó un millón de dólares” para ejecutar el crimen, que habría tenido como trasfondo el robo de 30 kilos de cocaína a un hombre apodado “El Duro”, identificado como Víctor Lázaro Sotacuro, también detenido.

 

 

 

 

González, de 28 años, vivía en la casa donde se produjo la masacre junto a su pareja, Miguel Villanueva Silva, señalado por ella como el autor material de los asesinatos. Además, indicó que “Julio” (alias Pequeño J) estaba bajo las órdenes de El Duro, dentro de la estructura criminal.

 

 

 

 

detención de Pequeño J en Perú

 

 

 

La mujer aseguró que Matías Ozorio, otro de los implicados, fue quien cavó el pozo donde luego enterraron los cuerpos de las tres víctimas. “Matías me contó que a ‘Julio’ alguien le pagó un millón de dólares por lo que hicieron”, declaró ante la Justicia.

 

 

 

 

Consultada sobre el motivo del crimen, González fue directa: “Porque le robaron 30 kilos de cocaína al Duro”. Agregó que dos de las chicas estaban involucradas en el robo, aunque sostuvo que la menor, Lara, no tenía relación con el hecho y habría sido asesinada solo para eliminar testigos.

 

 

 

 

La detenida también confesó que ella y Villanueva trabajaban vendiendo droga para la banda: “Ozorio me traía entre 100 y 120 envoltorios que valían 10 mil pesos cada uno”.

 

 

 

⚠️ Los escalofriantes detalles de la masacre

 

 

En su relato ante el fiscal, González explicó que dos días antes de la desaparición de las jóvenes, “Julio” la contactó por teléfono y pidió llevar a su casa “a una amiga”.

 

 

 

 

 

“El viernes me llama para que le abra el portón. Entra una camioneta blanca y bajan las tres chicas junto a tres hombres, entre ellos Julio. Me dan mil dólares; me los entrega el tío de Julio, al que le dicen el Duro”, dijo.

 

 

 

 

La mujer recordó que una de las víctimas intentó escapar, pero su pareja la interceptó. “Miguel me dijo que la mató con un destornillador clavándoselo en el cuello y que después le aplastó la cara con un fierro porque seguía viva”, declaró.

 

 

 

 

 

 

 

 

La imputada contó además que Lara fue sometida y luego asfixiada, y que Villanueva le relató que “le puso la pierna en el estómago para matarla más rápido”.

 

 

 

 

Según su testimonio, a Brenda la asesinaron primero, luego a Morena y por último a Lara. También afirmó que los asesinos “se burlaban diciendo que el perro Pantera se comió uno de los dedos de las víctimas”.

 

 

 

 

Por último, cuando el fiscal le consultó si el crimen fue grabado, González reveló un dato inquietante: “Miguel me dijo que estaban haciendo una videollamada con los que les dicen ‘Papa’ y ‘Lima’ mientras pasaba todo”.

 

 

 

 

 

La causa continúa bajo secreto de sumario mientras se analizan los celulares y se esperan nuevas pericias para confirmar las versiones.