Una joven voluntaria de la Armada sufrió una severa lesión en la cabeza durante un entrenamiento y por el hecho detuvieron a nueve personas, mientras que la Fiscalía federal investiga si la caída que causó su condición crítica fue resultado de un ataque intencional.
El suceso tuvo lugar el 4 de abril cuando Brisa Páez, de 21 años, estaba llevando a cabo una práctica antidisturbios en una base naval de Vicente López. Sandra Arroyo Salgado, la jueza federal de San Isidro, a cargo de la investigación, ordenó el miércoles pasado una serie de allanamientos en la base naval y en las viviendas de varios implicados.
De acuerdo con la reconstrucción de diversas fuentes, la joven estaba realizando un simulacro de control de disturbios en el predio naval cuando, durante el ejercicio, uno de los instructores golpeó violentamente el escudo que llevaba, provocando que Páez perdiera el control y cayera hacia atrás, golpeando su cabeza contra el suelo.
Por otro lado, se reveló que, a pesar del estado de la joven con signos de desorientación los ejercicios habrían proseguido durante varios minutos más. El informe preliminar de la Fiscalía federal señala que Páez solo había tenido cuatro meses de entrenamiento en la Armada y no había sido instruido previamente para este tipo de entrenamientos, que simulan respuestas a posibles disturbios.
Aunque inicialmente se veía el asunto como un accidente, con el paso del tiempo, las compañeras de la joven presentaron declaraciones ante la Justicia y afirmaron que Páez habría sido víctima de un trato más agresivo que el resto del equipo durante la práctica. Algunas incluso señalaron una relación personal anterior entre Páez y uno de los instructores, que podría haber tenido impacto en el trato que recibió.
De acuerdo con testigos, la joven experimentó un intenso dolor de cabeza tras finalizar el ejercicio. Sin embargo, habrían transcurrido varias horas hasta que un médico de la base le brindó atención y solicitó su traslado al hospital militar de Campo de Mayo, donde Páez tuvo una pérdida de sensibilidad en la parte izquierda del cuerpo.
Frente al deterioro gradual del estado de salud, la joven fue llevada al Hospital Militar Central, en Belgrano. Allí, fue sometida a coma durante una semana y el diagnóstico reveló que había padecido una lesión axonal difusa, un tipo severo de daño cerebral causado por fuerzas de aceleración y desaceleración violentas.
Después de haberse enterado de los detalles, Arroyo Salgado ordenó las mencionadas inspecciones en la base naval y en las viviendas de varios involucrados, en las que se arrestaron nueve militares. Además, durante los procedimientos se confiscaron teléfonos móviles, documentación interna y registros audiovisuales del entrenamiento.
Ahora, la magistrada tiene diez días para determinar la situación jurídica de los imputados, mientras que, según se comunicó, entre los delitos que se están indagando se incluyen lesiones graves, incumplimiento de los deberes de funcionario público y posible encubrimiento.