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Javier Milei participó de la cumbre en Foz de Iguazú. Protagonizó un saludo protocolar y distante con Lula da Silva. En su discurso, criticó el pasado del bloque y apoyó las medidas de Trump para «liberar al pueblo venezolano».

 

 

 

Foz de Iguazú. Con el imponente marco de las Cataratas de fondo, la ciudad vecina de Foz de Iguazú se convirtió este sábado en el epicentro de la política regional. Desde las 9:30 horas, los mandatarios del Mercosur se reunieron para una cumbre marcada por dos ejes: la tensión política interna y la incertidumbre sobre el acuerdo con la Unión Europea.

La jornada dejó una primera imagen potente: la tradicional «foto de familia». Allí, la frialdad entre las dos economías más grandes del bloque quedó expuesta. Si bien el presidente Javier Milei saludó a su par anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, el gesto fue estrictamente protocolar, sin sonrisas y manteniendo una notable distancia física. Mientras Lula intercambiaba palabras animadas con Santiago Peña (Paraguay) y Yamandú Orsi (Uruguay), el mandatario argentino permaneció serio, ubicado entre el presidente paraguayo y el de Panamá.

Respaldo a Trump y crítica al bloque

 

 

 

 

 

Ya en el recinto de deliberaciones, y acompañado por el funcionario Pablo Quirno, Milei no tardó en marcar su postura ideológica. En medio de la creciente tensión internacional, el Presidente argentino respaldó explícitamente las acciones del mandatario electo de Estados Unidos respecto al régimen de Nicolás Maduro.

«La Argentina saluda la presión de los Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano. El tiempo de tener un acercamiento tímido en esta materia se ha agotado», sentenció Milei ante la mirada de sus pares.

Además, el libertario fue crítico con la historia reciente del organismo: «El Mercosur nació con una misión clara de promover el comercio y la prosperidad, y ninguno de esos objetivos centrales se cumplieron. La nueva Sudamérica llega desde el futuro y está en este bloque decidir si va a moverse con este viento de cola o aferrarse al mástil del pasado».

El Acuerdo con la UE: otra vez en espera

 

 

 

 

El clima de la reunión también estuvo teñido por el fastidio generalizado ante las nuevas dilaciones de la Unión Europea. La firma del histórico tratado de libre comercio se postergó —en principio hasta enero— debido a las presiones de los sectores agrícolas de Francia e Italia.

Al respecto, el canciller paraguayo Rubén Ramírez advirtió que «los plazos no son infinitos». Por su parte, Lula da Silva intentó mantener el optimismo en la apertura, asegurando que «el mundo está ávido por acuerdos con el Mercosur».

La agenda de Milei en Brasil es acotada y estrictamente institucional: no participará del almuerzo de camaradería ni tiene previstas reuniones bilaterales, lo que ratifica el perfil técnico de su visita a la frontera.