La mujer irrumpió en un club de la ciudad de Santa Fe junto a dos cómplices, que escaparon del lugar.

 

 

El bebé está fuera de peligro. La futura madre enfrentará cargos por tentativa de robo.

 

Un caso insólito de inseguridad tuvo lugar en la madrugada del martes en un club de Santa Fe, a donde entraron a robar dos hombres y una mujer embarazada.

 

 

 

Los dos delincuentes escaparon minutos después con el botín que habían logrado reunir pero ella, pese a ser una mujer delgada, cursaba un embarazo de cinco meses y quedó atascada en la reja de la ventana.

 

“No quiero perder a mi bebé”, gritaba angustiada la ladrona cuando se topó con ella un guardia de seguridad del Club Querandí que hacía su ronda nocturna habitual por la parte trasera del instituto deportivo.

 

 

 

El sereno se dio cuenta a simple vista que le iba a resultar imposible liberarla solo y entonces pidió una ambulancia y auxilio a la Policía y a los Bomberos.

 

 

 

El rescate no fue sencillo ni mucho menos rápido. Mientras cortaban los barrotes para sacarla, ella seguía pidiendo por su bebé e insistía en que adentro de la casa ya no quedaba nadie.

 

 

 

“Ya se fueron”, repetía haciendo referencia a sus cómplices, que no dudaron en seguir adelante con la fuga a pesar de que ella no pudo.

Cuando los efectivos ingresaron a la propiedad, los otros dos delincuentes ya no estaban en el lugar.

 

 

Tras romper cajones y armarios, se escaparon con dos netbooks y algunos objetos tecnológicos más dejando a su compañera embarazada “entregada” a su propia suerte.

 

 

 

La mujer fue trasladada al Hospital Cullen, donde después de constatar que el bebé no había sufrido ningún daño la fiscal a cargo del caso, María Laura Martí, ordenó que siguiera internada pero con custodia policial y que se le formara una causa por el delito de tentativa de robo.

“Nos robaron dos computadoras de la secretaría. El scanner que estaba al lado y todo el equipamiento como mouse y teclados.

 

 

 

También dos netbooks que estaban en un armario”, precisó horas después Patricia Frausin, la directora del club, en diálogo con El Litoral, y se lamentó además por los destrozos que hicieron los delincuentes.

 

 

 

“Como nos sacaron las rejas tuvimos que poner más barrotes. Pusimos un pizarrón para tapar la falta de vidrios”, agregó resignada.

 

Por último, Frausin reflexionó: “La sensación es muy fea. A la mujer, la dejaron sus dos ‘compañeros’ que se llevaron nuestras cosa”.

 

 

Un ladrón atrapado en la chimenea

 

 

Aunque llamativo, el caso santafesino no fue el primero con un desenlace de estas características.

 

 

A principios de este mismo mes, un ladrón que intentó robar en un taller de autos de la localidad bonaerense de San Nicolás, quedó atrapado en un conducto de aire.

El delincuente estuvo allí durante varias horas, gritando por auxilio, hasta que uno de los vecinos del barrio lo escuchó y llamó al 911 para que lo sacaran.

 

 

Tras ser liberado por los bomberos, el hombre quedó detenido.

 

Fuente: TodoNoticias

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