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La empresa farmacéutica reveló esta información como parte de una demanda colectiva que alega que la vacuna desarrollada con la Universidad de Oxford provocó la muerte y lesiones graves en algunos pacientes.

 

 

 

 

 

 

Los laboratorios AstraZeneca admitieron que su vacuna Covid-19 tuvo efectos secundarios inusuales luego de una demanda colectiva por las graves consecuencias que provocó la administración de la vacuna a un grupo de pacientes. El gigante farmacéutico está siendo demandado en una demanda colectiva alegando que su vacuna, que desarrolló con la Universidad de Oxford, causó muerte y lesiones graves en decenas de casos.

 

 

 

 

 

 

El laboratorio cuestiona estas afirmaciones, aunque admitió en un documento legal presentado ante el Tribunal Supremo en febrero pasado, que su vacuna contra la Covid “puede, en casos muy raros, causar TTS”, un síndrome trombótico acompañado de trombocitopenia, que provoca coágulos sanguíneos e infecciones y un recuento bajo de plaquetas.

 

 

 

 

Los científicos identificaron por primera vez un vínculo entre la vacuna y una nueva enfermedad llamada trombocitopenia y trombosis inmunitarias inducidas por vacunas (VITT) ya en marzo de 2021, poco después de que comenzara el lanzamiento de la vacuna Covid-19.

 

 

 

 

 

Los abogados de los demandantes argumentan que VITT es un subconjunto de TTS, aunque AstraZeneca no parece reconocer el término.

 

 

 

 

 

¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna Astrazeneca?

 

 

 

 

Se conoce como el síndrome de trombosis con trombocitopenia, una afección médica en la que una persona sufre coágulos de sangre junto con un recuento bajo de plaquetas. Las plaquetas suelen ayudar a que la sangre se coagule.

 

 

 

 

Si bien, desde hace dos años se había estado evaluando este efecto secundario, esta es la primera vez que la compañía admite ante el tribunal que su vacuna puede causar la afección. Sin embargo, teniendo en cuenta el número de demandantes, esta situación estaría generando preocupación.

 

 

 

 

Uno de ellos, es Jamie Scott, padre de dos hijos e ingeniero informático, quien presenta una lesión cerebral permanente luego de un coágulo de sangre y una hemorragia cerebral después de recibir la vacuna en abril de 2021. Desde entonces no ha podido trabajar. El suyo es uno de los 51 casos actualmente presentados ante el Tribunal Superior en busca de daños y perjuicios, cuyo valor se estima en unos 100 millones de libras esterlinas, es decir unos 125 millones de dólares estadounidenses.

 

 

 

 

 

Scott ahora tiene mala memoria, tiene problemas para leer, escribir, escuchar y hablar, está parcialmente ciego de ambos ojos y sufre de dolor y fatiga.

 

 

 

 

 

Dice que no puede conducir ni participar activamente en la vida de sus hijos. “Todo en mí ha cambiado. Todo es difícil”, afirmó en una entrevista local. “Estoy feliz de estar vivo. Pero soy una sombra de lo que fui y cada día es difícil”.

 

 

 

 

 

Sarah Moore, socia del bufete de abogados Leigh Day, que presenta las demandas legales, dijo: “A AstraZeneca le ha llevado un año admitir formalmente que su vacuna puede causar coágulos sanguíneos devastadores, cuando este hecho ha sido ampliamente aceptado por el sector clínico”.

 

 

 

 

 

“En ese contexto, lamentablemente parece que AZ, el Gobierno y sus abogados están más interesados en jugar juegos estratégicos y acumular honorarios legales que en abordar seriamente el impacto devastador que su vacuna AZ ha tenido en las vidas de nuestros clientes”.

 

 

 

 

El comunicado de AstraZeneca

 

 

 

 

En un comunicado, AstraZeneca dijo: “Nuestra solidaridad está con cualquiera que haya perdido a sus seres queridos o haya informado de problemas de salud. La seguridad del paciente es nuestra máxima prioridad y las autoridades reguladoras cuentan con estándares claros y estrictos para garantizar el uso seguro de todos los medicamentos, incluidas las vacunas.

 

 

 

 

“A partir del conjunto de pruebas obtenidas en ensayos clínicos y datos del mundo real, se ha demostrado continuamente que la vacuna AstraZeneca-Oxford tiene un perfil de seguridad aceptable y los reguladores de todo el mundo afirman sistemáticamente que los beneficios de la vacunación superan los riesgos de posibles efectos secundarios extremadamente raros”.

 

 

 

 

 

Por Priscilia H

Periodista y productora de Revista Enterate MisionesLicenciada en Periodismo, Lic. en Medios AudiovisualesEs editora y productora de Revista Enterate, productora periodistica de "El Resumen de Noticias" de Revista Enterate

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