Raúl Arzamendia se acercó a la comisaría para llevarle comida a un amigo y lo apresaron. “Lo metieron preso con una causa inventada”, opinó su hermana

La aprehensión se produjo cuando le llevó comida a su amigo.

Luego que su denuncia se hiciera pública por este medio, en la mañana de ayer el profesor de Historia Raúl Arzamendia (25) fue detenido por efectivos de la comisaría de Campo Viera acusado de los cargos de resistencia a la autoridad, exhibición obscena y amenazas.

La captura se produjo cuando el docente se acercó hasta la dependencia policial con comida para un amigo que se encuentra alojado en el lugar desde la noche del lunes.

 

Precisamente, en su edición del día de ayer, el diario El Territorio publicó detalles de la denuncia que Arzamendia radicó el martes ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá contra los integrantes de una comisión policial de Campo Viera.

Según su versión, el lunes por la noche los uniformados lo detuvieron en el barrio Oeste junto a un amigo, los obligaron a bajarse los pantalones y después los golpearon.

Luego lo tumbaron y comenzaron a asfixiarlo, pero logró resistir y escapó hacia un monte cercano, circunstancia en la escuchó tres disparos de arma de fuego que pasaron cerca suyo, tal como mencionó en la citada denuncia.

Fue así el martes se contactó con funcionarios de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) que lo asesoraron y acercaron hasta la fiscalía en turno de Oberá.

En tanto, convencido de que no había cometido ningún ilícito, Arzamendia se acercó ayer hasta la comisaría de Campo Viera para interiorizarse sobre la situación de su amigo y acercarle algo para comer, circunstancia en la que fue detenido.

 

 

Llamativamente, la aprehensión se produjo minutos después de una entrevista brindada a Radioactiva.

“Lo metieron preso con una causa inventada para justificar lo que le hicieron el lunes a la noche. Mi hermano está aterrado y tenemos miedo por su integridad. La Policía de Campo Viera es de terror”, opinó Noemí Arzamendia, hermana del profesor.

Pasado el mediodía el joven fue trasladado a la Seccional Cuarta de Oberá y en horas de la tarde sufrió una descompensación, posiblemente un ataque de pánico, por lo que fue llevado al hospital Samic.

Al respecto, desde la CPPT confirmaron que funcionarios del organismo pudieron entrevistarlo, ocasión en la mencionó que ayer no fue golpeado, lo que llevó tranquilidad a la familia.

Asimismo, el organismo inició un protocolo de protección y solicitó informes a la Jefatura de la Policía. Por su parte la familia contrató los servicios de una abogada particular que hoy presentarán un pedido de excarcelación.

Denuncia previa

Con relación al hecho del que habría sido víctima el lunes, mencionó que alrededor de las 22.30 de ese día volvía de una cena con un amigo y se detuvieron en el barrio Oeste de Campo Viera para reparar la patita de la moto, que se había desprendido.

“Paramos y en eso llegó una camioneta de la Policía con cinco uniformados. Uno que conozco como Zarza Díaz me dijo: ‘Vos sos Arzamendia, el de la publicación’, pero yo no entendí nada. Nos pidieron los documentos, nos revisaron y nos hicieron bajarnos los pantalones. Eso ya me pareció una exageración, algo innecesario”, opinó.

Mientras los revisaban, el funcionario identificado insistía con el supuesto comentario que habría hecho Arzamendia por redes sociales, pero sin precisar el contenido de este o si era una crítica al accionar policial.

“Me miraba y le decía a los compañeros: “este hizo la publicación”, y me preguntó: “no te acordás de mí”. Ahí me dio un golpe en la cabeza, otro me tumbó y me empezó a asfixiar.

Me desesperé porque no podía respirar, pensé que me iban a matar. No sé de dónde saqué fuerzas, me zafé y corrí”, detalló del damnificado.

Desesperado, el joven ingresó a un monte de la zona y fue entonces que escuchó los tres disparos.

“Me metí a un montecito que conozco de cuando era chico y jugábamos ahí. Lo peor fue cuando sentí tres tiros; pero no al aire, sino que sentí como el zumbido de las balas al costado. Pensé que me iban a matar, corrí bastante y me escondí cerca de un arroyo.

A eso de las 2 de la madrugada, todo mojado y con mucho frío, salí y llegué a la casa de un conocido para pedir ayuda”, relató. 

 

Fuente: ElTerritorio

Por Revista Enterate

Panel principal de periodista de Revista Enterate

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