El Cura que le fue a confesar a César Sena, principal sospechoso por el femicidio de Cecilia, habría manifestado que tiene mucho enojo con sus padres.
El Padre Rafael, en declaraciones al Canal TN, contó que fue convocado por César Sena en la comisaría por una cuestión espiritual. El religioso afirmó que cuando le puso como condición que le iba a tomar confesión solamente si contaba toda la verdad, Sena hizo un gran silencio, entonces manifestó que no podía tomar su confesión si este no le prometía contar toda la verdad.
«Él habla de una persona que está muerta» afirmó el padre, quien cuenta que en un momento del diálogo Cesar dice «No la tendré más» y se pone a llorar.
También contó que notó mucho enojo de Sena para con sus padres Emerenciano y Marcela, y en un momento le pregunta al religioso «¿Será padre que yo alguna vez podré perdonar a mis padre por lo que me hicieron?
Según el padre Rafael Cesar Sena le habría manifestado que está muy enojado con su mamá, Marcela Acuña.
Afirmó que el día que desapareció Cecilia, notó a su madre mucho más cariñosa. «Ella cuando declare y cuente lo que tiene que contar no me va a volver a ver nunca más o no me va a volver a besar nunca más» le habría dicho Sena al cura. César cree que esa excesiva demostración de cariño sería como una despedida de Marcela a su hijo.
En este contexto cobra fuerza la sospecha de la fiscalía que el crimen de Cecilia Strzyzowsk lo habría cometido Marcela Acuña por una cuestión de dinero o por algún cuestión referida con una sobreprotección a su hijo.
Marcela Acuña nunca habría aceptado la relación de César con Cecilia. Es más, a pocos meses de casarse, le obligaron a divorciarse. La líder piquetera también había negado que ellos estaban juntos. Trataba de instalar la versión que estaban separados.
En su declaración; Marcel Acuña dijo no haber estado en su casa el día que mataron a Cecilia, afirmó que cuando regresó a su casa notó un bulto envuelto en una alfombra. Emercenciano Sena también afirmó en su declaración que no estaba en su casa en el momento en el que la joven entró y no salió nunca más.