virus china metapneumovirus

 

 

 

Los centros de salud de China se muestran abarrotados de personas que concurren por un virus respetaría. Esta vez no se trata de una enfermedad desconocida.

 

 

 

 

Las redes sociales en China estallaron mostrando las aglomeraciones que experimentan varios hospitales de ese país, que se encuentran enfrentando con una circulación de varios virus respiratorios. En todos estos casos, el metapneumovirus humano es el que está provocando más rumores y polémica acerca de este tema y el temor a una nueva pandemia.

 

 

 

El Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, a mediados de diciembre, alertó sobre un incremento en las infecciones generales causadas por afecciones respiratorias graves, tales como el rinovirus y el metapneumovirus humano. Este último está evidenciando una mayor incidencia en individuos menores de 14 años, particularmente en las provincias del norte.

 

 

 

 

 

Para combatir la epidemia de virus respiratorios, las autoridades de salud han anunciado la implementación de un nuevo sistema de seguimiento de la neumonía con el objetivo de optimizar los protocolos de acción frente a agentes patógenos desconocidos, en contraposición al nivel de preparación más bajo de hace cinco años con la pandemia del Covid-19.

 

 

 

 

 

 

 

En una rueda de prensa brindada por el Gobierno el viernes pasado, Kan Biao, un importante funcionario del Gobierno, afirmó que es posible que China se vea impactada por varias enfermedades infecciosas respiratorias durante la estación invernal y primavera. Sin proporcionar más detalles, garantizó que la cantidad total de casos en este año será inferior a la del año 2024.

 

 

 

 

 

¿Cómo se propaga el metapneumovirus humano en China?

 

 

 

 

El metapneumovirus humano no es un virus recién desarrollado ni de procedencia incierta. Primero se registró en Países Bajos en 2001 a través de muestras de aspirado nasofaríngeo efectuadas en niños con infecciones respiratorias con agentes patógenos que hasta ese momento no habían sido registradas. Las investigaciones serológicas evidenciaron que la enfermedad ha estado presente entre nosotros durante al menos 60 años y que se propaga globalmente como un patógeno respiratorio frecuente.

 

 

 

 

 

Este virus ARN monocatenario negativo forma parte de la familia Paramoxivirus (Paramyxoviridae), similar al sarampión o las paperas. Este patógeno tiene una estrecha relación con el metapneumovirus aviar, que contagia a las aves, por lo que se considera que el virus se propagó de estos animales a los seres humanos. En los individuos, provoca principalmente infecciones leves de la respiración.

 

 

 

 

 

No obstante, puede causar problemas serios como la neumonía en niños pequeños, adultos e individuos inmunodeprimidos que requieran hospitalización, oxígeno y fluidos intravenosos. Se propaga mediante la exposición a secreciones respiratorias, tos, estornudos… Si bien también es posible el contagio mediante el contacto directo con individuos infectados y la exposición a ambientes contaminados con el virus.

 

 

 

 

 

Los signos son muy parecidos a los del virus respiratorio sincitial, ya que comprenden congestión nasal, fiebre, tos, sibilancias y, en situaciones más severas, bronquiolitis, neumonía y síndrome de dificultad respiratoria aguda. En los recién nacidos menores de 6 meses, podría presentarse apnea. En adultos en condiciones de salud, el metapneumovirus humano se presenta como un resfriado habitual.

 

 

 

 

 

El diagnóstico tiene como objetivo prevenir problemas y distinguirlo de otras infecciones, y se lleva a cabo a través del análisis de secreciones nasales (antígenos, PCR o cultivo). El metapneumovirus humano no tiene vacuna, por lo que el tratamiento se enfoca en mitigar los síntomas.

 

 

 

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