Además de castigar a quienes faciliten la transición de género a personas «de cualquier edad», Trump adelantó que prohibirá el envío de fondos estatales para financiar estas intervenciones.
Y propuso aprobar una ley «en los 50 estados» que prohíba a los menores recibir atención médica de reasignación de género, a la par que tiene la intención de ordenar al Departamento de Justicia que investigue a la industria farmacéutica y a los hospitales.
Con estas investigaciones, el exmandatario pretende determinar si hospitales y farmacéuticas encubrieron «deliberadamente» los «horribles efectos secundarios a largo plazo» que, afirma, tienen estas transiciones de género con el fin de «hacerse ricos».
El año pasado, en un acto en Texas, Trump arremetió contra las mujeres transgénero, al advertir que no debería permitirse que participen en competiciones deportivas femeninas y apuntó a la prohibición general de hombres en «deportes femeninos».
A mediados de noviembre último, Trump anunció que se presentaría por el Partido Republicano a las elecciones presidenciales de 2024, y no está claro si tendrá rivales internos, aunque se menciona al gobernador de Florida, Ron DeSantis, como un eventual competidor.
Tampoco DeSantis parece en una posición lejana: en 2021 firmó una ley que prohibía el deporte a los atletas transgénero y el año pasado se negó públicamente a reconocer a Lia Thomas, una nadadora transgénero de la Universidad de Pensilvania, como la campeona femenina de 500 yardas de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA por sus sigas en inglés), y declaró, en cambio, a Emma Weyant, nativa de Florida, “ganadora legítima”, aunque había salido segunda.
Entre sus iniciativas en el área, Trump dijo que los médicos que tratan a jóvenes transgénero serán expulsados de Medicaid y Medicare -como se denominan a los centros de servicio del Departamento de Salud y Servicios Sociales de EEUU- y se establecerá un derecho privado de acción para los pacientes que luego se arrepientan de haber recibido atención médica de afirmación de género cuando eran menores de edad para demandar a sus médicos.
La mayoría de las organizaciones médicas profesionales, incluidas la Asociación Médica Estadounidense y la Academia Estadounidense de Pediatría, consideran que la atención médica que afirma el género, tanto para jóvenes como para adultos, es segura, médicamente necesaria y suele salvar vidas.
En 2017, la administración Trump prohibió que las personas transgénero se sumen al Ejército, bajo el argumento que eso traería “enormes costos médicos y trastornos”.