Un ex empleado de una concesionaria de Posadas fue detenido tras simular la venta de un auto y quedarse con más de 23 millones de pesos. La Policía lo atrapó con talonarios falsos y dinero en efectivo.
La avivada le duró poco. Un ex empleado de 28 años, que ya había sido echado de una concesionaria en agosto, terminó tras las rejas acusado de montar una estafa de novela: simuló la venta de un cero kilómetro y se embolsó nada menos que 23 millones de pesos.
El muchacho, identificado como Franco Eduardo L., había guardado unos talonarios de recibos extraviados, que la empresa ya había denunciado como desaparecidos. Con ese “tesoro” bajo el brazo, montó la ilusión de una adjudicación de vehículo y convenció a un cliente de entregar una suma millonaria.
La estafa salió a la luz el 29 de septiembre, cuando un cliente se presentó con un recibo de 23.500.000 pesos para consultar por su flamante auto. La sorpresa fue grande: el auto nunca existió.
Ante la trampa descubierta, el gerente citó al ex empleado, quien apareció con 19.938.000 pesos en efectivo para “devolver”, aunque quedó un faltante de más de 3,5 millones.
En el momento de su detención, todavía llevaba consigo los talonarios denunciados, varios ya utilizados y sin rendición. El personal de la concesionaria lo retuvo y lo entregó a la Policía.
Con orden judicial, los efectivos allanaron su casa sobre la avenida Maipú, donde secuestraron tablets, celulares, una tarjeta de memoria y documentos vinculados al golpe. Todo fue enviado a Cibercrimen para pericias.
Hasta ahora solo se confirmó un cliente estafado, pero la Justicia no descarta que aparezcan más víctimas. El “negocio paralelo” terminó con el joven tras las rejas y con una estafa millonaria que dejó a la ciudad hablando.
