Una mujer de 49 años en situación de calle sin saber que era la heredera de unos 900.000 dólares.
La fallecida Catherine Boone, quien tenía un historial de problemas de salud mental y abuso de drogas.
Vivió con su madre en la ciudad de Astoria hasta la muerte de esta en 2016, luego de la cual recayó en el consumo de narcóticos, contó su padre Jack Spithill.
En ese entonces, un abogado y representante personal de la difunta intentó contactarla para tratar el tema de la herencia, informó RT.
A raíz de ello, se publicaron anuncios en las redes sociales, en el periódico local y se contrató a un investigador privado. También sus dos hijos biológicos intentaron localizarla sin éxito.
De esa manera, en julio de 2019 un juez ordenó que los 884.407 dólares que le correspondían a Boone fueran derivados al Departamento de Tierras de Oregón, organismo a cargo de los fondos no reclamados por herederos.
Dicha oficina no se encarga de la búsqueda de los beneficiarios, sino que se limita a retener el capital hasta que se presente alguien con derecho.
Respecto a Boone, se supo que vivía en las calles de Astoria y solía frecuentar un refugio local, donde era conocida como Cathy.
En enero de 2020 padeció problemas respiratorios y fue trasladada a un hospital, donde murió.
Su papá se separó de la madre de Catherine cuando esta era pequeña. El hombre confesó su «incapacidad» para reconocer los problemas mentales de su hija y se alejó de ella por su recurrente adicción.
«En cierto modo, la abandoné a causa de las drogas y no debería haberlo hecho», admitió a los medios.
En octubre de 2020 el Departamento de Tierras entregó el dinero al representante personal del patrimonio de Cathy para que identifique a sus herederos.