La falta de referencia de precios en la economía está generando un desconcierto tal, que cada vez es más complejo identificar si algún producto es caro, barato o tiene el valor adecuado.
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Según el último informe de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, una familia tipo de la Ciudad de Buenos Aires necesitó $363.666,30 como mínimo y $1.163.732,15 como máximo, para ser considerada de clase media.
La dinámica inflacionaria también produjo nuevos modos de categorizar la situación económica y social de las personas. Si una familia gana entre $235.931,45 y $290.933,03, pertenece a los “no pobres vulnerables”; y si tiene ingresos mensuales entre $290.933,04 y hasta $363.666,29, forma parte del “sector medio frágil”.
Todo esto considerando un dato clave: que las familias son propietarias de las viviendas que habitan y, por lo tanto, el alquiler no se encuentra dentro del listado de gastos mensuales.
Pese a la desaceleración de los últimos dos meses, la escalada de precios sigue en valores altísimos. Según el último informe de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, aunque un matrimonio con dos hijos logre ingresos por casi $1.164.000, no pertenece al “sector acomodado” de la población.