Tras una intensa búsqueda, Priscila Quesada fue hallada sana y salva: se encontraba en una vivienda, junto a un hombre. No estaba embarazada de mellizos ni tenía un tumor en la cabeza. Ahora su caso está en manos de la justicia.
Priscila Quesada, es una joven salteña de 20 años, que inventó una historia ficticia sobre un embarazo, se diagnosticó con un tumor y simuló su propia desaparición, cosa que hasta ahora sigue causando conmoción.
Después de una enorme búsqueda realizada en toda la provincia, que involucró a fuerzas de seguridad, medios nacionales y una comunidad movilizada, el desenlace resultó ser tan imprevisto como desconcertante. En ese momento, su familia decidió romper el silencio con un mensaje contundente.
Mediante las redes sociales, un pariente cercano de la joven compartió un descargo muy enojado, en el que agradeció a aquellos que colaboraron en la búsqueda, pero también manifestó su rechazo hacia el comportamiento de Priscila.
“Gracias a la brigada, a la Policía de Pichanal, al Departamento de Búsqueda de Niños y a medios por difundir el caso”, expresó al comienzo. No obstante, rápidamente el tono se tornó mucho más severo.
“Mi familia está devastada. Pasamos noches enteras sin dormir, temiendo lo peor. Tu madre y tu primo viajaron desde Buenos Aires desesperados por encontrarte. Y vos, sin corazón, jugaste con todos nosotros”, manifestó impactado.
El mensaje también destacó la faceta emocional y psicológica del caso: “Una persona que actúa de esta manera claramente necesita ayuda. Pedimos perdón a cada persona que se involucró de buena fe. Nosotros también fuimos víctimas de este engaño”.
El cierre constituyó un aviso para el resto de la comunidad: “Ojalá nadie más tenga que pasar por algo así. Hay que estar alerta ante este tipo de conductas”.
Priscila fue hallada en una vivienda de Aguaray, en compañía de un hombre. Mariana Torres, la fiscal de Orán, corroboró que nunca estuvo embarazada y que todo se trató de una farsa organizada. Ahora, la causa está bajo la intervención de la Justicia, que investiga si hay responsabilidades penales por su comportamiento.
