Sergio Massa y la banda peronista fueron a marchar por el veto al fondo universitario, pero mucho ya se olvidaron de los recortes de Massa a la educación, obra pública, salud y a las provincias.
Como si estuviéramos mirando un canal de películas retro, de pronto en la pantalla comenzaron a aparecer viejos actores, grandes responsables; o mejor dicho, los responsables de la situación del país.
Massa, Cristina, Moyano, Larreta entre otros políticos de una década nefasta, fueron a intentar capitalizar el veto al Financiamiento Universitario que deja bastante maltrecho al Gobierno de Milei.
En medio de un reclamo totalmente digno y justo, de repente apareció Sergio Massa, uno de los peores ministros de economía del país, saltando y cantando el clásico himno peronista, el famoso: Hoooo vamos a volver!!!
Este mismo Massa, allá por el 2022 arrancó con el recorte del gasto del Estado, que era el gran plan que tenía para bajar la inflación y estabilizar la macroeconomía. Dos cosas que fue un fracaso total en el gobierno del tridente (Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa)
La cartera de economía, disponía un «ajuste» a los créditos vigentes, es decir en el dinero que pueden gastar los ministerios de Educación, Salud y Desarrollo Territorial y Hábitat, y también recortó el dinero disponible para las provincias.
Massa lo anunció con bombos y platillos en una conferencia de prensa, pero como los gremios están para defender a los gobiernos peronistas, no a sus representados, nadie salió a reclamar, mucho menos a marchar.
Pero esto no era todo; el “Ministro Manos de Tijera” redujo en casi $50.000 millones el dinero previsto para obra pública en las provincias y municipios para lo que quedaba del año. Esta medida administrativa 826/2022 fue publicada el 22 de agosto del 2022 en el Boletín Oficial.
El más grande recorte en educación
La cosa fue más allá y Massa recortó $20.000 millones del presupuesto asignado al Ministerio de Educación, que iba a ser transferido a las provincias.
En esta reducción a los fondos educativos, entraban hasta los más pequeños, con un recorte de$15.000 millones el dinero asignado al programa “Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles”, según la decisión administrativa 826, firmada por Massa y el jefe de Gabinete, Juan Manzur.
Dentro de Educación, Economía también determinó un recorte de $50.000 millones para el programa Conectar Igualdad, que fue creado en 2010 por la propia Cristina Kirchner, con el objetivo de entregar netbooks a estudiantes y docentes de secundaria de escuelas públicas.
El Ministerio de Economía redujo en $70.000 millones las partidas a la cartera de educación, ya que también recortó en $5000 millones una asignada originalmente a “infraestructura y equipamiento” para Educación.
Recorte en Salud
La reducción de fondos para el Ministerio de Salud fue de $10.000 millones. Una parte de esta partida estaba destinada a la compra de productos farmacéuticos y medicinales, bajo el programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles.
La Secretaria de Desarrollo Productivo, tuvo un recorte de $70.000 millones. En este ámbito el recorte fue en $62.200 millones las transferencias que el Tesoro tenía previstas a los fondos fiduciarios Fondo de Garantías Argentino (FoGar) y al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), entre otros.
En el Ministerios de Transporte, el recorte fue de $10.000 millones, y de Obras Públicas, en $20.000 millones. El recorte en Transporte afectó al ferrocarril General Roca ($75 millones), a la construcción de una torre de control aéreo ($225 millones), a las políticas de Movilidad Integral de Transporte ($7000 millones) y al Transporte Fluvial y Marítimo ($2700 millones). El ajuste en Obras Públicas, en tanto, alcanzaba a la Infraestructura Penitenciaria ($4000 millones) y al Desarrollo de Infraestructura Ambiental ($1500 millones).
Todos estos recortes fueron prácticamente inútil, porque no sirvió para ni para bajar la inflación ni para estabilizar la economía. Todo fue un fracaso. Aunque brillaron por su ausencia las organizaciones sociales, los gremios y otros organismos acérrimos al peronismo no se percataron de los recortes.