Lucía Cabral (75) dejó el sector de terapia intensiva y espera el alta médica en los próximos días. “Sigue mimada”, dijo su hija

El 23 de este mes, Lucía Cabral cumplirá 76 años. No será un cumpleaños más, tiene el valor de haber experimentado una situación que los médicos no le encuentran explicación científica.

 

La emoción es muy grande, tal como lo contó El Territorio en su edición del viernes 4 de diciembre, Lucía fue declarada muerta luego de que se complicara su deteriorado estado de salud y tras  dos horas, antes de ser trasladada a la morgue comenzó a dar patadas y a mover los brazos. De manera que fue inmediatamente conectada a las máquinas.

Luego de estar internada en el área de terapia intensiva tras el extraño e inexplicable episodio vivido el miércoles pasado, el martes fue trasladada a una sala común del nosocomio, ahora esta conciente, sin respirador y recuperó el habla.

“Le están haciendo estudios, los análisis salieron bien, sigue muy controlada y mimada” contó a este medio, su hija, Carolina Quian, quien la acompaña incondicionalmente. La familia espera que en los próximos días pueda recibir el alta médica y así volver  a su hogar.

Lucía Cabral, padece comorbilidades como diabetes e hipertensión, e ingresó a Emergencias del Madariaga el miércoles por un cuadro neurológico de deterioro. Tras el evento que dejó atónitos a todos, tanto a médicos como a su familia, que la lloraba desconsoladamente, la señora fue estuvo unos días en terapia.

La secuencia, por relato de los familiares que estuvieron en contacto con los médicos tratantes, fue la siguiente: la paciente Cabral hizo un paro a las 20.50 y empezaron reanimación. A las 22.12 se le dio como óbito, lo cual figura en el acta de defunción. Y para las 23.45 muestra nuevamente respuesta y le reinician soporte.

Un milagro, según la familia

“Al salir le cuento a mis hermanos y vuelvo para que me den el acta de defunción. Me dicen que espere afuera que ellos me avisaban cuándo estaba lista. Estando afuera a las 23.45, me llaman, orábamos en ese momento, voy sola y me dicen que busque a todos mis hermanos. Al ingresar nosotros, la doctora nos dice que en toda su carrera jamás le había pasado algo semejante como lo que había pasado esa noche. Cuando estaban por poner el cuerpo en la bolsa, mi mamá hizo movimientos con su mano, por lo cual revisaron sus signos vitales y su pulso estaba débil, pero con vida! La doctora nos dice: será un milagro, una despedida o Dios sabrá! Sigue igual de grave, pero con vida. Nos dejó pasar de a uno para que le hablemos y la viéramos. La gloria es a Dios, el propósito de Dios, hoy mi mamá sigue luchando después de morir y resucitar nuevamente”, relató Carolina en Facebook generando en sus seguidores mensajes de aliento y fortaleza.

 

(Fuente El Territorio)

Por Revista Enterate

Panel principal de periodista de Revista Enterate

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