En esta temporada turística, el laberinto está cerrado al público, a raíz del la invasión de hormigas mineras y sumado la sequía.
El laberinto vegetal que fue en su momento el más grande de sudamérica, fue inaugurado en 1993 en el Parque Vortisch de Montecarlo.
En el año 2005 y 2015, tuvieron que podarlo a cero por el daño que causaron las hormigas a la ligustrina.
En diálogo con MisionesCuatro ,
Graciela González, integrante de la comisión promotora de turismo y cultura, manifestó que es una tarea bastante difícil el mantenimiento del lugar, ya que los que lo hacen son personas voluntarias que no perciben sueldos para el cuidado del atractivo más importante del municipio.
«En la comisión éramos 13 y quedamos uno y medio”, comentó.
El año pasado acordaron una charla y capacitación con el Ministerio del Agro de la provincia, para el tratamiento de estás hormigas, pero nunca se llevó a cabo.