Están camufladas con cámaras de alta resolución, micrófonos, auriculares y un dispositivo GPS sofisticado y por su tamaño y rapidez pueden llegar a lugares que no pueden los humanos. Se las llama «ratas heroicas», por el trabajo que realizan por estos días.
En esta dura tarea que realizan los rescatistas, estas ratas de cerca de un kilo y medio tuvieron un entrenamiento especial para poder rastrear a la gente que quedó atrapada bajo los escombros que dejan los sismos o cualquier fenómeno natural que se produzca.
Al ser pequeñas y veloces pueden acercarse a las víctimas y por el artefacto que llevan reciben un pitido para volver a la base, ya tomando la información necesaria para los rastreos.
Las «ratas heroicas» del terremoto en Turquía y Siria: el entrenamiento