Los precios en alza y las tensiones cambiarias ponen presión sobre los rendimientos de los depósitos, cuyo retorno se mantiene estable hace varios meses

 

 

 

Los ahorristas empiezan a desarmar sus plazos fijos por las bajas tasas de interés que ofrecen y la inercia que muestra la inflación. En mayo, hubo una caída mensual real de 1% en el saldo de colocaciones del sector privado, impulsada por una salida de los clientes mayoristas y un estancamiento de los depósitos minoristas.

 

 

 

Mientras la inflación de los últimos meses anualizada está en torno al 60%, las tasas de interés por los plazos fijos se ubican debajo del 40%. Los mayores rendimientos se los llevan los pequeños depositantes, que obtienen un 37% anual, pero el resto apenas percibe 34%. Se trata de tasas mensuales de 3,1% o menos, que resultan inferiores a la aceleración del costo de vida que se ve desde octubre de 2020.

 

 

 

Según el tipo de depositante, se observa que en mayo los grandes clientes impulsaron la caída de los plazos fijos. (Foto: BCRA).

 

“Los depósitos a plazo en pesos del sector privado moderaron su crecimiento a lo largo del mes. En términos reales presentaron una leve caída mensual (0,9%), aunque en la comparación interanual registran una tasa de crecimiento de 19%. El menor dinamismo que mostraron estas colocaciones estuvo explicado por el comportamiento del segmento mayorista (más de $20 millones)”, reconoció el Banco Central (BCRA) en su informe monetario mensual.

 

 

Con respecto a los clientes con saldos intermedios, la entidad indicó: “Los depósitos de entre $1 y $20 millones mantuvieron la tendencia creciente a precios constantes a lo largo del mes, mientras que las colocaciones de hasta $1 millón se mantuvieron relativamente estables”.

 

 

Las tasas de los plazos fijos pierden contra la inflación. (Foto: Adobe Stock)Por: gui yong nian – stock.adobe.com

 

Sobre esta dinámica, desde Épyca Consultores analizaron: “Estamos frente a una pequeña reconversión de posiciones en los ahorristas tradicionales, quienes están trasladando liquidez desde sus saldos en el banco a dólares, ya sea al blue o a través de la Bolsa. Esto alentó la suba de las cotizaciones durante mayo y en lo que va de junio”.

 

 

Pese a eso, en Banco Comafi compartieron sus números y destacaron que están mejor de lo esperado en el segmento de plazos fijos en pesos. “El producto mantiene un crecimiento leve y constante desde principio de año del orden de 3% por mes, mientras que los primeros dos días de junio el crecimiento fue de 2,3%”, indicaron.

 

 

Los plazos fijos que ajustan por inflación ganan participación pero todavía son una porción menor en el total. (Foto: BCRA).

 

 

Por el contrario, los plazos fijos UVA, que ajustan por inflación, continuaron creciendo en mayo y alcanzaron un saldo promedio mensual de $141.200 millones. El alza mensual real calculada por el BCRA fue de 16,3%. “Crecieron un 30% en mayo”, comentaron en un banco a este medio. De todos modos, a nivel sistema estos instrumentos todavía representan una porción menor, cercana al 5%, de los depósitos del sector privado a término.

 

 

Más presión en los próximos meses

 

 

En el Gobierno saben que las tasas de interés para los plazos fijos tradicionales son exiguas pero justifican su estabilidad. “El BCRA mantuvo inalteradas las tasas de interés mínimas de plazo fijo y las de política monetaria, en línea con la importancia de acompañar el proceso de normalización de la actividad económica”, dijo el organismo que conduce Miguel Pesce. Por el contrario, destacó a los depósitos UVA como una alternativa superadora.

 

 

 

La principal desventaja de los depósitos UVA es el plazo mínimo de 90 días y aunque hay una versión precancelable, los ahorristas más conservadores optan mayoritariamente por la variante tradicional, con su tasa de 37%.

 

 

 

Si ese rendimiento no se ajusta hacia arriba, en los próximos meses estas colocaciones no solo sufrirán los embates de la persistente inflación sino que también podrían verse afectadas por las mayores presiones cambiarias derivadas de la incertidumbre electoral.

 

Eso lleva a los economistas a pronosticar una dinámica discreta para los plazos fijos. “Los altos registros inflacionarios y tasas poco atractivas no permiten pensar en un impulso de las colocaciones a plazo, por lo que esperamos que la dinámica actual se mantenga”, afirmó LCG.

 

 

 

Y agregó: “Adicionalmente, una inflación esperada superior al 40% anual y un incremento del gasto en los meses cercanos a las elecciones podrían ejercer presión sobre la brecha cambiaria, aumentando las expectativas de devaluación y desincentivando en mayor medida este tipo de colocaciones, que se sostienen principalmente por las restricciones (cambiarias) que rigen hoy en día”.

 

 

Un aumento del dólar podría forzar al Banco Central a subir la tasa mínima que pagan los plazos fijos con el fin de incentivar el ahorro en pesos. (Foto: Adobe Stock).

 

 

“Con una tasa del 37%, y una inflación esperada al alza, en torno a 50% según el último REM, el rendimiento de los depósitos se mantiene fuertemente negativo y desincentiva cualquier colocación.

 

 

 

No obstante, no se observa una voluntad del BCRA por ajustar las tasas de interés”, completaron en Épyca, pero estimaron: “En la medida de que el dólar siga escalando y la inflación también, la presión para ajustar tasas se incrementará y quizá veamos algún retoque en los próximos meses”.

 

(Fuente: TodoNoticias) 

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