Los datos surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. Más del 55% de los posadeños son pobres y más del 20% es indigente.
En el primer trimestre del año, la pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3%, según las cifras del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
Las cifras por aglomerado urbano, dicen que el Gran Resistencia, Chaco, es la capital provincial con la tasa más alta de pobres, con el 79,5% y la indigencia es de 38,6%. Le sigue Formosa con el 72% de pobres. En Santiago del Estero, La Banda, la indigencia llega al 30%.
En la mayoría de las ciudades más importantes del interior del país, la pobreza supera el 50%. En el caso de Posadas Misiones, la pobreza es del 55,7%, en tanto la indigencia llega al 20,7%
En el país
A nivel país, en el último trimestre del 2023, la pobreza alcanzaba el 45,2% y la indigencia era de 14,6%. Es decir que en 6 meses, la pobreza aumentó un 10,5% y la indigencia un 6,1%.
Atribuyen que el aumento estrepitoso de la pobreza se debe a la devaluación y el impacto de las subas de precios. Además la recesión sigue haciendo que caiga la actividad económica y la demanda de bienes y servicios es cada vez más baja.
Los más afectados son los trabajadores autónomos, especialmente en el sector informal.
“Esto explica la caída en la pobreza de trabajadores asalariados formales y clases medias cuyas remuneraciones no lograron acompañar a la inflación (incluidos los jubilados y pensionados), al mismo tiempo que caían en la indigencia trabajadores informales pobres ante la falta de demanda de trabajo y mayor competencia de precios; o, incluso, jubilados con haberes mínimos sin otros ingresos” aseguró Agustín Salvia, director del ODSA
Que se espera
Según el Observatorio de la UCA, en el segundo trimestre del año la pobreza entró en un amesetamiento, debido a la desaceleración de la inflación y algún aumento en las remuneraciones, pero advierten que para que se note la mejoría, va a pasar mucho tiempo aún.
«Habría esperar que inflación siga bajando y que las remuneraciones continúen lentamente ajustándose al alza, lo cual permitiría cierta reactivación del consumo; se puede suponer una cierta caída de ambos indicadores pero todavía muy lenta, sin cambio alguno en la matriz económico-ocupacional que genera los niveles estructurales de pobreza que registra la Argentina”, afirmó el director del observatorio.
“Para superar estas privaciones necesitamos creación de más y mejores empleos, lo cual se genera a través del crecimiento económico genuino y continuó, mayores tasas de inversión y más pymes. Ese horizonte todavía no está a la vista”, agregó.