El único monumento a la Biblia de la provincia que se alza en Alem, permanece sin su esencial elemento, la razón de ser del icónico lugar y hay distintas versiones sobre la “no presencia de la biblia”
Desde el año 1976, la estructura ubicada en San Martín entre las calles 25 de Mayo y San Lorenzo ha sido el refugio o la casa de la Biblia, donde los transeúntes podían pasar y leer un versículo, un capítulo o una hoja distinta de la biblia cada día.
Pero de pronto, la biblia desapareció del monumento en su nombre. Por un lado, hay quienes afirman que fue robada, y por otro lado hay otra versión que un pastor se llevó la Biblia para que no la roben, después que vandalizaron el monumento.
No hay versiones ciertas sobre la “no presencia de la biblia” en el lugar creado en su nombre.
Y entonces nos preguntamos ¿Qué sentido tiene un monumento a la biblia sin la biblia?