Estallaron conflictos internos dentro del gobierno por el aumento de sueldos para los altos cargos del poder ejecutivo.
El presidente Javier Milei, todavía muy enojado por el escándalo que expuso inconsistencias en su retórica anti castas, anunció la destitución del ministro de Trabajo, Omar Yasín, por “un error que no debería haber cometido”. Pero Yassin no es el único funcionario que estaría en la mira del presidente.
El sábado, cuando se emitió la norma para aumentar los salarios de empleados estatales jerárquicos con personal administrativo nacional, Milei se enfureció.
El aumento, de alrededor del 50%, fue la oportunidad perfecta para Cristina Kirchner y el resto de la oposición salieron a criticar el discurso oficial sobre la austeridad, especialmente después de que los libertarios salieran a atacar el aumento de diputados y senadores.
En la Quinta de Olivos, Milei empezó a creer en la hipótesis de una conspiración y, tras ordenar la derogación del edicto, acusó a algunos de sus funcionarios de “ineficiencia”.
Nicolas Posse, el jefe de gabinete, es uno de los responsables según el Gobierno, de estos «errores» en el ejecutivo. Para Milei, Posse sabía de esta situación y es quien debía supervisar todas las decisiones gubernamentales importantes.
Pero Posse responsabilizó al secretario Legal y Técnico, Javier Herrera Bravo, como autor de los decretos. En definitiva, es el responsable de “cuidar” la firma de Milei.
El escándalo también generó nuevas tensiones con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien tuvo que dar marcha atrás los aumentos en el Senado, considerando que fue un papelón para el gobierno.
De hecho, el lunes Milei anunció el despido del ministro de Trabajo, Omar Yasín: “Lo he despedido por este error, un error que no debería haber cometido”. El Presidente también explicó que el incremento de los salarios del sector público activó un decreto de la expresidenta Cristina Kirchner que estipula que los salarios de altos cargos jerárquicos no deben ser menores a los salarios de más baja jerarquía.
Milei dijo que el sábado envió un decreto “para retrotraer ese aumento de sueldos a cargos jerárquicos», que “el mes que viene se descuenta cuando se hace el pago, el ajuste lo paguen todos y en especial la política”. También afirmó en una entrevista en LN+ “Despedí al secretario de Trabajo, en este momento lo están notificando por este error”.
En el medio de esto se armaron una serie de operaciones no tenían nada que ver con la realidad: trascendió, por ejemplo, que el juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda cobraba 18 millones de pesos por mes, cuando el dato exacto es que cobra un tercio (6 millones), un número vinculado a los salarios de Presidencia. Se considera que es algo de una interna del máximo tribunal para tratar de perjudicar.